La maldita y mil veces recordada pandemia se llevó las ilusiones y fuerzas de un mundo en decadencia. Entre los muchos actos y reuniones que no pudieron celebrarse por esa causa o que quedaron difuminados por las precauciones que hubo que tomar, algunos tuvieron que ver con la tradición y la etnografía. Recuerdo en especial la celebración de los 50 años de la investigación etnográfica en Vasconia, aniversario que se conmemoró con la edición de un libro en el que colaboramos diversos investigadores que empezábamos a formarnos en aquella época y que llegábamos al mundo de la etnografía gracias al Padre Barandiarán. La primera vez que escuché hablar de él fue en 1965. Acababa de matricularme en el primer curso de la Facultad de Filosofía y Letras en la Universidad de Navarra después de haber suspendido todas las asignaturas de primero de Derecho en Valladolid, y mi padre me preguntó muy seriamente si sería capaz de enderezar mi vida empezando sin ir más lejos por los estudios. Aceptó como solución que me fuera a estudiar a Pamplona, donde el prestigio de algunos de los profesores de su Universidad como Juan de Contreras (Marqués de Lozoya), Alvaro D`Ors o Antonio Fontán, parecían representar una garantía para sus exigencias y un acicate para mi curiosidad. Fue precisamente Fontán quien, conociendo mi interés por el estudio de la tradición, me recomendó alguna de las sesiones que Barandiarán había iniciado un año antes en la Universidad y para las que no era necesario estar matriculado, siendo de libre asistencia. Pasado algún tiempo y tras algunas experiencias interesantes, salpicadas con viajes esporádicos a Isaba, en el Valle del Roncal, Fontán me preguntó si las clases habían resultado positivas a lo que respondí con entusiasmo agradecido —le dije que pensaba asistir en julio del año siguiente al tributo de las tres vacas—, siquiera en aquella época estuviese más interesado por la interpretación de la música popular que por el estudio de su contexto, de sus fuentes o de su historia. Concluido el curso y aprobada la asignatura de Fontán “Lengua y Literatura Latinas” con un notable, comencé a demostrar mi impaciencia por acudir a Madrid y empezar una carrera como cantante, cosa que sucedió al año siguiente abandonando definitivamente la Universidad y las clases de Etnología del Pueblo Vasco.
Casi cinco años más tarde y en casa de Don Julio Caro Baroja frente al Retiro volví a escuchar de boca del académico encendidos elogios dedicados a Don José Miguel, a quien consideraba maestro en tantas materias, aunque esto lo dijera Don Julio con su voz monótonamente inexpresiva y como pidiendo disculpas por expresarse tan categóricamente. Solía añadir que estar cerca de Barandiarán le había proporcionado la oportunidad de acercarse a la ciencia desde una posición novedosa y privilegiada que no había conocido en todos los años de su experiencia universitaria. El universo urbanita barojiano, intelectual y un poco falso, se había engrandecido al entrar en contacto con la visión natural y humanista del cura de Ataun. La cultura —es decir el cultivo de la propia personalidad y del entorno— había que vivirla para comprenderla.
Mi siguiente “encuentro” con la obra de Barandiarán se produjo en 1980, al tener ocasión de crear una revista dedicada a los saberes tradicionales. El gabinete jurídico de la entidad de ahorros que apoyaba la idea con su patrocinio (la Caja de Ahorros Popular de Valladolid) me informó de que, al intentar registrar el nombre de la publicación, “Revista de Folklore”, se les había comunicado desde la oficina de la propiedad industrial que existía un boletín con el mismo nombre. Al solicitar más información comprobé que se trataba de Eusko Folklore, y, si bien no mostraba la publicación una especial actividad en esa época, me pareció una oportunidad espléndida de revisar algunos de sus números y rendir un homenaje personal al maestro manteniendo la palabra “folklore” en el título. Su “Cuestionario para una investigación etnográfica de la vida popular”, publicado en 1934, había sido durante mucho tiempo mi lectura favorita cuando iba a emprender un trabajo de campo, y el repaso a las 1147 cuestiones que se planteaban al estudiar una población, sus habitantes, sus costumbres, sus relaciones, sus creencias y sus prácticas más habituales me daban, cada vez que volvía sobre esas líneas, la dimensión inmensa y pormenorizada del entorno rural , así como la altura intelectual y humana de quien las redactó con tanta curiosidad y con tanto amor a la propia tierra y a sus habitantes.
El proyecto Etniker se propuso exactamente eso: partiendo de una guía que distintos grupos utilizarían como patrón común, hacer una serie de encuestas concienzudas y sistemáticas que abarcarían todos los aspectos de la vida en las diferentes localidades y zonas elegidas. De ese modo se completaría el Atlas etnográfico de Vasconia y se publicarían los resultados de las encuestas en generosas monografías que tendrían carácter exhaustivo y ejemplar. Los alumnos y colaboradores de Barandiarán hicieron posible este milagro ordenado, silencioso, que ha quedado como paradigma de trabajo bien hecho. Mi admiración por alguno de los participantes en esa inmensa obra, como en el caso de la recientemente fallecida Gurutzi Arregi (con la emoción de recibir en mano en Urueña alguno de sus trabajos) o de Ander Manterola, me obligarían a ser más preciso y más objetivo pero este tipo de misiones se califican solas por sus resultados y por la trascendencia de su mismo carácter. Cualquiera que haya echado un vistazo a los impresionantes tomos publicados por el Instituto Labayru sabrá que el estudio de Euskalerria —de su tierra y sus gentes— ya tiene su gran enciclopedia y que ello ha sido posible gracias a la visión universal de un gran amante de su cultura que supo transmitir su fe y su entusiasmo a un grupo modélico de investigadores perseverantes, incluso en una época tan cambiante y difícil como la que nos ha tocado vivir.
Museo de La Casona
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Excelencia profesional 2023
Joaquín Díaz ha sido seleccionado por la Transglobal World Music con el galardón a la Excelencia Profesional, que celebra a personas y organizaciones influyentes de la industria musical, la gestión cultural y los medios de comunicación que han brindado mayor visibilidad y reconocimiento a la música mundial y sus múltiples subgéneros.
27 de octubre de 2023. Colegio de Lourdes, Valladolid
El acto, promovido por la Asociación de Antiguos Alumnos, contó con las actuaciones musicales de Javier Vielba y de los escolares de la ESO.
Noticia en El Norte de Castilla >El colegio Nuestra Señora de Lourdes ha inaugurado el viernes 27 de octubre de 2023 el aula que dedica a Joaquín Díaz, antiguo alumno del centro. La iniciativa partió de la Asociación de Antiguos Alumnos del Lourdes. Han participado los alumnos de segundo curso de la ESO, con su profesora de música Inés Moncada Monedero, y el también músico y antiguo alumno Javier Vielba.
El pasado 21 de enero de 2023, la Asamblea General de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio Nuestra Señora de Lourdes, a propuesta de su Junta Directiva, solicitó al director del centro, Abraham Jorge Meneses, que la remodelada Aula de Música del Colegio, en las antiguas Escuelas Gratuitas, pasase a llamarse Aula Joaquín Díaz. La dirección del Centro aceptó la propuesta con entusiasmo.
El Aula Joaquín Díaz se ha inaugurado a las 13:00 horas, con la asistencia del propio músico, el alcalde de Valladolid Jesús Julio Carnero, el de Urueña, además de numerosos antiguos alumnos y amigos. En el Teatro del centro se celebró un sencillo acto, donde la música fue la protagonista, con palabras cariñosas y sentidas hacia Joaquín Díaz por parte de Javier Burrieza, presidente de la Asociación.
Noticia en El Norte de Castilla >21 de octubre 2023. Centro e-Lea «Miguel Delibes», Urueña
A todos los miembros de la Asociación de Amigos de la Fundación Joaquín Díaz a la Asamblea General Ordinaria a celebrar el sábado 21 de octubre, a las 12:00 horas en primera convocatoria y a las 12:30 horas en segunda, en el Centro e-LEA Miguel Delibes, de la Villa de Urueña (Valladolid), con el siguiente
1) Lectura y aprobación si procede del Acta Ordinaria del año 2022.
2) Informe del Sr. Presidente de la Asociación de las actividades realizadas en 2023.
3) Presentación de las cuentas del ejercicio anteriores, y aprobación si procede de las mismas.
4) Estudio y aprobación si procede del proyecto de presupuestos para el próximo año 2024.
5) Propuesta de renovación de cargos.
6) Ruegos y preguntas.
7) Entrega de los premios al reconocimiento a la labor investigadora o divulgativa del folklore, que esta Asociación Amigos de la Fundación Joaquín Díaz promueve.
En Urueña, a treinta de septiembre del año dos mil veintitrés.
Fdo: DAVID MUÑOZ LÓPEZ (Secretario)
Información complementaria a tener en cuenta:
· Con anterioridad a la Asamblea, a las 11 horas y en la misma sala, dentro del ciclo de conferencias El Acervo Común, se podrá asistir a la charla coloquio de Carlos Piñel: Tatuajes y Símbolos.
· Con posterioridad a la Asamblea, se podrá visitar la exposición La religiosidad Popular, organizada por la Fundación Joaquín Díaz en el Centro E-Lea, con la colaboración de la Asociación. La exposición será explicada por Joaquín Díaz.
· A partir de las 17 horas se podrá visitar la Fundación Joaquín Díaz, para conocer las adquisiciones realizadas por esta Fundación gracias a la Asociación.
Del 4 de octubre al 10 de diciembre de 2023. Sala de exposiciones de la Casa Revilla. Valladolid
En la sala de exposiciones de la Casa Revilla se inauguró el 4 de octubre de 2023 la exposición «El Folklore a Revista. 500 números de la Revista de Folklore», un recorrido por la historia de una publicación que alcanza la cifra redonda de 500 números después de 43 años de existencia.
El Norte de Castilla: 'Revista de Folklore' alcanza 500 números con Joaquín Díaz al rescate de la cultura tradicional:
https://www.elnortedecastilla.es/culturas/revista-folklore-alcanza-500-numeros-joaquin-diaz-20231004190300-nt.html
EuropaPress: La Revista de Folklore alcanza su número 500 y protagoniza la nueva exposición de Casa Revilla en Valladolid:
https://www.europapress.es/castilla-y-leon/noticia-revista-folklore-alcanza-numero-500-protagoniza-nueva-exposicion-casa-revilla-valladolid-20231004135617.html
La Noción: La Revista de Folklore alcanza su número 500 y protagoniza la nueva exposición de Casa Revilla en Valladolid:
https://www.lanocion.es/castilla-y-leon/20231004/la-revista-de-folklore-alcanza-su-numero-500-y-pro-17831.html
La Vanguardia: La Revista de Folklore alcanza su número 500 y protagoniza la nueva exposición de Casa Revilla en Valladolid:
https://www.lavanguardia.com/local/castilla-leon/20231004/9274910/revista-folklore-alcanza-numero-500-protagoniza-nueva-exposicion-casa-revilla-valladolid.html
1 sábado de cada mes, 2023. Centro e-LEA Urueña
El día 16 de diciembre terminó el ciclo de conferencias EL ACERVO COMÚN con José Luis Alonso Ponga hablando sobre el tema: «Representaciones de Navidad».
También pudimos contar en este trimestre que termina con Carlos Piñel, «Tatuajes y símbolos», y con Carlos del Peso, «La entrada del moro y otras danzas».
8 de noviembre de 2023. Oviedo
En la sala de Exposiciones de Trascorrales (antigua plaza del pescado de Oviedo) se presentó el libro CD-DVD con el homenaje a Joaquín Díaz que tuvo lugar en 2022 en el Teatro Filarmónica de la capital asturiana. El acto fue presidido por el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, quien, tras agradecer al público su asistencia, recordó los años compartidos con Joaquín en el Colegio de Nuestra Señora de Lourdes en Valladolid. Concha Fernández Pol leyó un texto agradeciendo a quienes hicieron posible la celebración del concierto y Joaquín Díaz cerró el acto con unas palabras sobre su relación familiar y afectiva con Asturias, tras lo cual se pudo ver y escuchar el tema “Duérmete fiu del alma”, con el que concluyó el concierto del Teatro Filarmónica.
10 de noviembre de 2023
Presentación del libro «Leyendas tradicionales» en el Ateneo de Mairena del Aljarafe (Sevilla) ante un público que llenó la sala.
22 de noviembre de 2023
C/ Duque de la Victoria, 6
En el Círculo de Recreo de Valladolid, dentro del ciclo «La cultura ayer y hoy», se presentó el libro «Leyendas tradicionales» por su autor Joaquín Díaz acompañado por el poeta Carlos Aganzo.
29 de noviembre de 2023
La rama universitaria de la Fundación Joaquín Díaz fue creada el 29 de noviembre de 1993, gracias a un convenio firmado entre el rector Fernando Tejerina y el director del Centro Etnográfico de Urueña, Joaquín Díaz.
La Cátedra de Estudios sobre la Tradición (CET) de la Universidad de Valladolid cumple este miércoles, 29 de noviembre, treinta años de existencia. Fue también otro 29 de noviembre, pero de 1993, cuando se firmó un convenio entre el entonces rector de la UVa, Fernando Tejerina, y el director del Centro Etnográfico de Urueña, Joaquín Díaz, que dió vida a la cátedra, bajo la dirección entonces de José Luis Alonso Ponga, profesor de Antropología, cuyo trabajo ha continuado su actual directora, Pilar Panero, también profesora de Antropología.
Esta cátedra fue la materialización de una idea largamente discutida y trazada por los que entonces se agrupaban junto a Joaquín Díaz en el estudio de la cultura tradicional. Los asiduos colaboradores en la Revista de Folklore, fundada en 1980 y que en octubre de 2023 ha publicado su número 500, querían recuperar el concepto de folklore que tan buenos frutos había dado en España hasta la desaparición de las sociedades de ese nombre. Colaboradores como José Luis Alonso Ponga, profesor de Antropología y director de la CET desde su fundación hasta 2022, o Antonio Sánchez del Barrio, su secretario hasta 2017, quisieron potenciar una idea de estudios sobre la tradición incluyente, en torno a los cuales se pudieran reunir tanto los especialistas universitarios como otros agentes implicados en la investigación y preservación de la misma.
La alianza entre la Fundación Joaquín Díaz, centro de referencia en la materia, y la sensibilidad hacia esta vertiente de la Cultura del responsable de nuestra universidad hicieron posible la dignificación de los estudios de la tradición. El trabajo incansable de los responsables de la CET y el apoyo de los diferentes vicerrectores, que la han gestionado con tenacidad, han sido decisivos para realizar numerosas actividades desde aquellos primeros cursos de especialista que se iniciaron en 1994 hasta hoy.
Durante estos treinta años se ha mantenido el interés por saber más desde una perspectiva global y a la vez honda en temas relacionados con la cultura popular. Ha sostenido una línea marcadamente académica por la que se han establecido relaciones con estudiosos e instituciones internacionales, especialmente europeas y americanas, sin dejar de ofrecer unos modelos y pautas sobre las que trabajar y desde las que enriquecer el trabajo personal de cada uno. Además, como recuerda la responsable, la vicerrectora de Comunicación, Cultura y Deporte, Carmen Vaquero López, “la CET nació también con la vocación de ser un servicio de extensión universitaria. Por esta razón se ha implicado en numerosas actividades de divulgación para mantener el contacto con la sociedad que produce y vive las tradiciones. Es necesario mantener ambas orientaciones”.
Su actual directora, la profesora de Antropología Pilar Panero, apuesta por mantener la línea de trabajo didáctica y con un enfoque interdisciplinar, el holista y transcultural de las ciencias sociales combinadas con las humanidades. Sostiene que se seguirá trabajando desde un concepto de tradición dinámico que parte de la realidad recibida, desarrollada y transmitida para el futuro. La CET aspira a seguir siendo un lugar desde el que canalizar diversos temas de las culturas populares a través de congresos, cursos, seminarios, exposiciones y publicaciones con una orientación sincrónica y diacrónica. También recuerda que se han establecido unas líneas de trabajo en torno a diversas temáticas (literatura popular y oralidad, fiesta, religiosidad popular, museografía etnográfica, etnomusicología, etnología y artes populares, historia de las mentalidades, etc.) que se van a mantener. Para ello, como siempre, se cuenta con profesores de la casa y con especialistas externos.
Ha llegado al Museo una pandereta, obsequio de Carlos Piñel, quien la encontró en un anticuario de Sète.
Se trata de una pieza con la que se practicaba el deporte «Balle au tambourin», especie de juego de palma o tenis primitivo que se puso de moda en el Languedoc a mediados del siglo XIX y que consistía en que dos equipos, cada uno de cinco jugadores, se enfrentaban para colocar con habilidad una pelota de caucho en el campo del contrario. La pandereta, con una forma especial estaba hecha con un aro de madera y una piel de cerdo o de cabra bien tensada sobre el bastidor.
Debieron ser los toneleros de la zona a partir de 1860 los primeros fabricantes de estas panderetas de juego y esta pieza se hizo en la desaparecida fábrica de panderetas de Paul Jaudon, en Pézenas (Francia) en las primeras décadas del siglo XX, un taller de tapicería -de ahí el detalle de los clavos y tachuelas- que, junto con otras varias fabricas, construían estos instrumentos para los deportistas.
El juego, a pesar de que no tuvo reglamento hasta el siglo XIX, es bien antiguo y parece que los romanos y los galos lo practicaban.
Adquirida en Sète (Francia) es una donación de Carlos Piñel para la colección de la Fundación.
Antigua dulzaina de ocho llaves de latón doradas, compuesta para zurdas. Conserva el sello de la Casa Velasco de Valladolid y pudiera estar fabricada en los primero años del siglo XX. Es una donación de la Asociación de Amigos de la Fundación Joaquín Díaz.
Desde el Algarve llega esta antigua castañuela portuguesa, reparada en la zona de las orejas para evitar que se abriera por su uso, que no ha impedido sin embargo que sea precisamente la zona más castigada.
Curiosamente a un tiempo nos llegan dos baterías de muy distinta índole, una antigua batería de circunstancias, de fabricación casi artesana propia de fiestas y bailes de calle o panera de baile y otra, de fabricación inglesa, como batería moderna de conciertos para orquesta de sala.
La primera de ellas procedente de la orquesta La Estella de Bezana, al norte de Burgos, dirigida por Alfredo Ruíz y puede fecharse en la primera mitad del XX. Se trata de una batería singular que se compone de un tamboril artesanal, un bombo de parches de piel y dos bongos.
Poco tiempo después el músico vallisoletano Zacarías González Flores nos entregaba la última batería con la que recorrió todas las salas de baile, discotecas y verbenas de Valladolid capital y zonas aledañas. Una moderna batería Premier, adquirida en 1975 y fabricada en Inglaterra y con la que se jubilaría en época reciente después de haber actuado con los mejores músicos de la región entre ellos la familia Castilla y Narciso y Daniel Esteban grandes músicos y dulzaineros, todos ellos además interpretes de trompeta y saxofón.
De la marca Viva-tonal Grafonola Made in Inglaterra, fabricada entre 1920-30, es un modelo de fonógrafo de maletín, portátil que sigue los modelos patentados en E.E.U.U. de la Casa Columbia y cuya novedad era la disposición de bocina interna para poder dar salida a la música frente a la campana externa.
Con él han llegado 14 discos de pizarra de la casa Columbia y La Voz de su amo y cuatro cajitas de agujas de la marca Columbia, Song Ster y PQ.
Ha sido donada por José Luis González Álvarez, de Valladolid.