La exposición que se abre a partir de julio en la sala Mercedes Rueda de la Fundación, abre también un debate constantemente presente en la sociedad de nuestros días: ¿Qué es un héroe y a qué tipo de ficciones o mitos está ligado? Es evidente que el ser humano busca (siempre lo hizo así) alguna vía que le permita trascender la realidad que le rodea y le acerque a otras épocas –ya del pasado, ya del futuro- en las que fabulosos relatos le lleven a admirar su propia condición y naturaleza o a hurgar en sus características. Esa admiración llegará por las cualidades que precisamente le resulten más lejanas e inasequibles y con las que tratará de construir un héroe a la medida de sus aspiraciones –casi sobrenatural-, o también porque un esfuerzo o unas hazañas desproporcionadas le elevan –a él mismo o a alguno de sus semejantes- por encima de la realidad chata y desesperante de cada día.

Durante dos días, varios expertos en diferentes disciplinas expusieron y debatieron en Medina del Campo, en el Castillo de la Mota –y organizado por la Cátedra de Estudios sobre la Tradición-, sus opiniones acerca de este tema ante cuarenta alumnos de toda España. Las conclusiones, independientemente de las expresadas en el propio catálogo de la exposición, son obvias: el mundo de hoy necesita más que nunca héroes y ejemplos. El simple hecho de que una mitología dura, áspera, con tan pocas concesiones como la de Tolkien, llene hoy los cines, alerta ante la necesidad que siente el individuo de ahora mismo de escaparse de ese mundo de bienestar y abundancia que consumimos a diario unos pocos privilegiados frente a la inmensa mayoría de habitantes del planeta. Evidentemente, están más cerca los personajes de Tolkien de los héroes de una tribu africana, que nosotros de los miembros de esa tribu...El acercamiento a lo numinoso, a lo misterioso, a lo primitivo –pero también a lo esencial del ser humano-, se siente más en esos niveles de la fantasía y la fábula que en la realidad imposible de las Bolsas, los Bancos y la macroeconomía que nos hemos inventado y que explotamos a diario para encadenarnos y esclavizarnos de por vida. Por eso el interés de esta exposición por presentar héroes locales que puedan ser calificados como patrimonio propio y además asimilables. Es evidente que un personaje como El empecinado se puede comparar en bravura con otros héroes europeos o americanos, pero también es obvio que sus hazañas, sus famosas tácticas guerrilleras, no se podrían haber dado en Holanda o en las estepas siberianas.

Más allá de estas consideraciones, la exposición tiene un sentido artístico y humano que no han tenido anteriores muestras de esta Fundación. Hemos pedido a varios intelectuales y artistas que aporten su opinión acerca de doce personajes de la historia de nuestra Comunidad cuya peripecia personal o cuya leyenda les sitúe cerca del nivel heroico. Jesús Martínez Ostern, en unos óleos que acercan esos héroes a nuestra cotidianeidad, y César Fernández Arias, en unas esculturas de diseño esquemático y contemporáneo, han dado su versión personal de esos héroes cuyas vidas e incidencias han sido comentadas e interpretadas de una forma o de otra en el catálogo por Emilio Suárez, Carlos Reglero, José Manuel Pedrosa, Jorge Manrique, Francisco de la Plaza y Gustavo Martín Garzo.

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-En septiembre aparecerá el disco Canciones de la guerra de la independencia, grabado por Joaquín Díaz con la colaboración de Javier Coble, Elena Casuso, Mayte Bajo, Patxi Pascual, Felipe López Mascuñano y Luis Delgado. Pertenece a la colección “La Música Popular escrita” y recoge la recopilación que efectuó Federico Olmeda a fines del siglo XIX y publicó en la Ilustración Española y Americana en agosto de 1908. Miguel Angel Palacios Garoz y Salvador García Castañeda han aportado sendos textos acerca de la vida del recopilador y de la época en que surgen las canciones grabadas.

-En septiembre se editará también una producción conjunta de la Fundación y el Centro de Espiritualidad del Arzobispado de Valladolid, que recoge las canciones que se cantaban en las Santas Misiones. Pueblos y ciudades de España recibieron durante muchísimos años a predicadores de diferentes órdenes cuya principal misión era recordar a los cristianos la Redención. Las canciones que se interpretaban en esas misiones han pasado por derecho propio al repertorio popular: Perdona a tu pueblo, Oh, buen Jesús, A misión os llama, Tomad Virgen pura, Dueño de mi vida, Amante Jesús mío, etc. Joaquín Díaz interpreta el disco con la colaboración de Elena Casuso y Javier Coble.

-También en septiembre aparecerá el CD “Instrumentos mecánicos” con la grabación de tres de los instrumentos adquiridos recientemente por la Fundación: una caja de música, un Gem Roller Organ y una pianola.

-Desde el 24 de julio está abierta la exposición “Mitos y Héroes” que sustituye en la Sala Mercedes Rueda a la titulada “Los quintos”. La exposición cuenta con un catálogo que se puede pedir a la Fundación al precio de 12 Euros.

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TEXTOS SOBRE LA PARROQUIA DE SAN ANDRÉS DE URUEÑA

ANTOLÍN, José Eutiquio: Historia, monumentos y costumbres de Urueña.

Página 23.

- El 1-03-03 de 1585 en una nota de la visita pastoral hecha por el Obispo Palentino se dice que en adelante no bautice el cura de Santa María a los de San Andrés.
(Libro de bautismos del XVI. Hoja tercera a la vuelta).

- En 1706 se lee en una partida de bautismo que el cura de San Andrés, Don Antonio Cabrera, bautizó a un hijo de Alonso García y Catalina García, en ausencia del Bachiller Francisco López, cura de Santa María. Este dato nos indica que no se respetaban las distintas jurisdicciones de las parroquias.

- En 1821 cesa como parroquia la iglesia de San Andrés por su estado ruinoso, aunque tardó 20 años en derrumbarse del todo. A partir de este año aparece ya en los libros Santa María del Azogue como parroquia única de Urueña. Tenía entonces Urueña 508 habitantes.

Página 31. San Andrés y Santa María unidas.

Ya en 1739 en que Don Luis Pérez Minayo crea el vínculo del mayorazgo aparece como “veneficiado de preste de las iglesias de San Andrés y Santa María unidas”. En el libro de bautismos aparecen también unidas en 1755 y es fácil que continuaran hasta que San Andrés se arruinó. “3 de diciembre de 1755 realiza un bautismo Don Juan Pérez Bentosa, Beneficiado de Preste más antiguo de las parroquiales de San Andrés y Santa María únicas y unidas de la villa de Urueña”. Completa el bautismo de urgencia, en casa, con los exorcismos y Santos Óleos.

Página 59. Iglesia de San Andrés.

Era obispo de Palencia Don Juan Manuel Argüellas cuando Don J. Martín, su provisor y visitador, que era abogado de los Reales Consejos, por personal visita, establece un juicio comparativo sobre ambas parroquias de Urueña de singular interés.
“Ha reconocido que la dicha de San Andrés está lastimosamente oscura, úmeda y baja, ser de poca capacidad y que la referida de Santa María es mucho más hermosa, capaz y bastante clara, de notoria mejor situación por la nueba obra, que se ha hecho, de la capilla mayor y espadaña de la torre, estando actualmente entendiendo en el enlosado de su terreno, por tan justas causas, usando de la facultad, que me está concedida por S. Sría. Ilma., el obispo mi Señor, y de las que le concede a sí mismo –in actu visitationis- une incorpora y agrega ahora perpetuamente y para siempre jamás los caudales, rentas y aberes de una y otra fábrica y haciéndoles y como les hace un globo y masa común”.
Así se da a Santa María por única parroquia de esta villa de Urueña y en ella se incorpora todo lo de San Andrés. La incorporación alcanza a los altares, puertas, vasos sagrados, libros. También se trasladan a Santa María los sepulcros por orden riguroso de antigüedad.
Los poderes y atribuciones de los curas thenientes los ejercerán los dos –in solidum-.
San Andrés queda reducida a Ermita de su título, por lo que se queda con el altar e imagen de San Andrés. Esta unión de ambas parroquias había sido solicitada por el presbítero beneficiado Don León Manso de Isla de Castro en carta de 15 de noviembre de 1771 y el Sr. Obispo dispone el primero de diciembre del mismo año que en el primer nombramiento se haga un solo mayordomo.

Libro de visitas y mandatos (de la diócesis de Palencia).
Visita de 1771. Folio 79.

- En la visita de 1782 se observa rota la pila bautismal de Santa María, de la que se derramaba el agua.
La actual, que tiene esculpidas las aspas de San Andrés, proviene de la antigua parroquia de dicho Santo.

- En la visita de 1788 se ordena quitar las cintas y adornos que tenía una imagen de Santa Bárbara, venerada en San Andrés.

- En 1807 se visita, como siempre, antes San Andrés que Santa María, por su mayor antigüedad.
Se citan, en esta visita como existentes en esta iglesia de San Andrés:
- Altar de Nª Sª de las Nieves.
- Altar del Cristo del humilladero, que se encuentra en mal estado.
Probablemente se identifique con el altar del lado del evangelio del Dulce Nombre de Jesús, que se cita en los libros de finados. Como debía estar en mal estado, manda retirarle hasta que esté compuesto y posiblemente se suplantó su imagen por la nueva del dicho dulce nombre de Jesús.
Por este irreverente estado de las imágenes, un visitador de la parroquial de Santa María mandó enterrar varias de ellas.
“el desmonte de San Andrés lo principió el religioso dominico Fray Alonso Sánchez y lo continuó su sucesor por mandato del obispo. Si no vale mi palabra, lo juro –in verbo sacerdotis- que todo es necesario”. Lo firma el sacerdote Anselmo de Isla.

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Sumario de Parpalacios:

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