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Editorial

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Un colaborador habitual de la Fundación, Modesto Martín Cebrián, ha presentado un libro titulado «Camino olvidado» que merece algunos comentarios por su ejemplaridad. Si hay una característica que defina y ponga en común la historia de los pueblos es la necesidad de los individuos de permanecer y dejar a sus descendientes algo que recuerde su trabajo, sus preocupaciones o sus emociones. Esa inmanencia se percibe indefectiblemente en el interés del ser humano por nombrar o bautizar todo lo que le rodea, desde los pagos que construyen y definen el paisaje a través de sus peculiaridades hasta los censos que registran apellidos, oficios y condición social. El lenguaje, por tanto, como medio de comunicación, pero también como recurso para limitar, precisar y diferenciar correctamente los contornos humanos y espaciales. En una época como la nuestra en que casi nadie sabe ya lo que significa su nombre o su apellido, en que apenas se da importancia a la precisión lingüística o en que la humanidad se sumerge complaciente en una globalidad tan desmesurada como despersonalizada, recordar y enaltecer aquellas características que ayudaron a construir identidades, que contribuyeron a distinguirnos y a definirnos, parece un ejercicio imprescindible y saludable.



Modesto Martín Cebrián colabora desde 1980 con la Revista de Folklore y con esta Fundación. Se podría decir que en todas las ocasiones en que hubo una colaboración con él en los primeros años de recopilaciones y difusión del patrimonio oral, se percibieron dos cualidades que se hacen patentes también ahora en el libro que acaba de editarse: su curiosidad y la exhaustividad con la que pretendía y pretende satisfacerla. Frente a las recopilaciones exiguas que se solían hacer por aquellos años –ya considerados los últimos para tantas cosas- Modesto ofrecía de vez en cuando cientos de canciones, de adivinanzas, de refranes, de trabalenguas, de cuentos, de expresiones que demostraban hasta qué punto seguía viva la tradición si se buscaba en la profundidad del alma y de la memoria de las gentes. Todas aquellas muestras populares, sin duda, le sirvieron para comprender mejor los motivos por los que la vida del ser humano se enriquece y se hace más grande si se acerca al conocimiento. Pico della Mirandola, autor de lo que se llamó el manifiesto del Renacimiento, lanzaba en una época tan importante para la historia de la humanidad, una tesis abierta y atrevida: solo el amor a la sabiduría y por tanto a la vida será capaz de regenerarnos, de hacernos renacer por encima del determinismo o de la suerte adversa. Por supuesto que conocía los problemas de su tiempo, que no se diferenciaban mucho de los de otras épocas, pero invitaba a superarlos combatiendo, principalmente con las armas de la reflexión. Recurrimos a su palabra cuando explicaba el interés que puede tener para el individuo acercarse a la sabiduría a pesar de la opinión contraria de las mayorías: «Todo este filosofar, en efecto, es más bien objeto de desprecio y de afrenta (tal es la miseria de nuestro tiempo) que de honor y de gloria. Y esta dañina y deformada convicción ha prevalecido hasta tal punto en la mentalidad de la mayoría que, según ellos, sólo unos pocos o quizás nadie debería filosofar». Pico della Mirandola, en su Oratio de hominis dignitate, aseguraba haber comprendido en qué consistía la suerte que le había correspondido al hombre en el orden universal. Según su discurso, escrito para demostrar a sus detractores «no tanto que sabía muchas cosas sino que sabía cosas que ellos ignoraban«, Dios había hablado a Adán en estos términos: «No te he dado un lugar definido, un particular aspecto ni una prerrogativa peculiar. Esto persigue el objetivo de que tengas el lugar, el aspecto y las diferencias que conscientemente elijas, y que, de acuerdo con tu intención, ganes y conserves. La naturaleza definida de los otros seres está constreñida por las precisas normas que he prescrito. Sin embargo tú, no limitado por carencia alguna, la determinarás según el arbitrio a cuyo poder te he consignado. En el centro del mundo te he colocado para que observes con comodidad cuanto en él existe. Así, no te he creado ni celeste ni terrenal, ni mortal ni inmortal, con el propósito de que tú, como juez y supremo artífice de ti mismo, te dieses la forma y te plasmases en la obra que eligieras. Tanto podrás degenerar en esas bestias inferiores como regenerarte, según tu ánimo, en las realidades superiores».

Las reflexiones de Modesto, sus intencionados recuerdos contenidos en este libro nos pueden servir de guía, al igual que las palabras de Picco della Mirandola sirvieron para tantos lectores en el Renacimiento, si queremos enfrentarnos al mundo actual en condiciones ventajosas: hay una forma de morir en vida antes de nuestra desaparición física y consiste en renunciar a la curiosidad antes de llegar a ella, en no tener creencias porque pensamos que pertenecen a un mundo infantil que nos puede retener en el pasado. Tenemos que dejar de pensar en el pasado como esa cárcel en la que estamos atrapados y de la que hay que salir a toda costa. Y a ello nos puede ayudar el estudio de nuestra forma de ser y pensar. El amor y el respeto por lo propio que pueden obrar el milagro de la regeneración.

Siempre que se habla de lo popular durante el siglo XX se hace más con el sentido de aquello que se usa mucho, que con el sentido de lo que se origina en el pueblo. Popular era, siguiendo el credo romántico, aquello que el denominado «pueblo» -es decir, la colectividad anónima- había producido con su espíritu sencillo, pero a partir de la pasada centuria (y esta es la visión relativamente novedosa que aportó el siglo pasado) popular es también aquello que una divulgación precisa y adecuada podía hacer llegar a un número considerable de personas que acabarían por reconocerlo, mantenerlo y utilizarlo como propio, frente al patrimonio de otros.

Hay, por tanto, no sólo una aceptación expresa de que «popular» significa «para muchos», sino una demostración de que en lo diferente, en la variante local, está el perfil que distingue y enriquece las múltiples facetas de lo esencial y que todo eso se puede apreciar o valorar mejor si lo comparamos con lo que nuestros vecinos han producido en las mismas circunstancias. De ese modo, por tanto, la reflexión sobre lo propio, el hallazgo de lo patrimonial en nuestra forma de ser y en nuestra educación, vino a representar el reto más interesante al que se enfrentó el individuo durante todo el siglo XX, reto que consistía en descubrir lo sustancial del pasado transmitido por sus propios ancestros e incorporarlo sin traumas al futuro. Redescubrir el sentido verdadero y cardinal de los objetos cotidianos o del lenguaje comunicador nos sirvieron, pues, para colocar al ser humano en el lugar que le correspondía, que era el de inventor y usufructuario de la realidad. Lejos de las teorías, casi olvidadas hoy, de quienes sólo veían en la tradición el dogmatismo riguroso del pasado, la cultura popular nos mostró la capacidad de evolución y la libertad de pensamiento sin necesidad de renunciar a lo propio, a lo patrimonial, que abrazaba palabra y obra.

Durante siglos, la dedicación de cada persona no sólo sirvió para identificarle ante los demás –en los siglos medios le daba apellido y más tarde le hacía diferenciarse por su indumentaria- sino que le obligó a familiarizarse con unas herramientas y un vocabulario a cuyo perfeccionamiento se entregó generación tras generación.

De todo ello da buena cuenta este libro, interesante y emotivo, en el que Modesto comparte sus conocimientos sobre el lugar en el que nació, el pueblo de Villabrágima, con quien quiera acercarse y leerlo.

La curiosidad por el pasado y el interés por la propia raíz que nos vincula a una tierra cubierta de un humus singular, serán el mejor antídoto contra el olvido, la incuria y la pasividad que parecen inmovilizar a la sociedad de nuestros días.

Visitas

Museo de La Casona
1.305 visitas
Visitas totales durante el año 2018:
6.304 visitas
Total general:
281.986 visitas

Museo de Campanas
1.121 visitas
Visitas totales durante el año 2018:
4.318 visitas
Total general:
185.109 visitas

Visitas a la página web
(1 de octubre a 25 de diciembre de 2018)
227.687 páginas vistas desde 132 países
Total general desde junio 2006:
13.189.735 visitas


El grueso de visitantes a nuestra página web son desde España, México, Argentina, Colombia o EE.UU.
Pero tenemos visitas desde sitios tan exóticos como Vietnam (6 visitas), Corea del Sur (34 visitas) e, incluso, un visitante desde las Islas Vírgenes


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Noticias

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Simposios



Simposio en la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción

22 y 23 de noviembre de 2018. «Casa de Cervantes», Valladolid

Actos conmemorativos del IX Centenario del fallecimiento del Conde Ansúrez




Día 22 de noviembre de 2018, 10:30h.

Ismael Fernández de la Cuesta
Vicedirector de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Experto en gregoriano y música litúrgica cristiana.

Don M. Randel
Musicólogo. Fue presidente de la Universidad de Chicago y de la Melon Foundation. Especialista en música mozárabe.






Día 23 de noviembre de 2018, 10:30h.

Luis Delgado
Músico. Experto en música andalusí.

Edwin Seroussi
Musicólogo. Director del Jewish Music Research Center, Jerusalén.

Antoni Rossell
Músico e intérprete. Coordinador del Archivo Occitano y profesor de Filología Románica en la Universidad Autónoma de Barcelona.





Palabras a la imprenta • Tradición Oral y Literatura en la Religiosidad Popular

15 al 17 de noviembre de 2018. Valladolid

IV Congreso Latinoamericano de Religiosidad Popular





La Navidad y la Semana Santa han producido a lo largo de la historia una cantidad importante de manifestaciones literarias populares, muchas de las cuales aún tiene vigencia hoy y un buen número de las que no la tienen aún se pueden rastrear en trabajos de campo o en viejos cuadernos manuscritos por los protagonistas. Estas manifestaciones, que con frecuencia tienen un origen culto o siguen unos modelos producidos en la cultura hegemónica, se han transmitido por tradición oral, pero también por mecanismos impresos. Nos encontramos así con uno de los ejemplos de la cultura tradicional que sigue la ruta de interacción entre lo oral y lo escrito o viceversa.

Desde la Antropología Cultural y materias afines como la Literatura hay un gran interés por recoger todo este material clasificarlo y estudiarlo con metodologías científicas. Los materiales son muy variados, pues mientras unos nacen en lugares aparentemente independientes unos de otros, otros elementos provienen de las clases dirigentes.

El Congreso Internacional Palabras a la imprenta. Tradición Oral y Literatura en la Religiosidad Popular tiene por objeto poner en contacto a investigadores de diferentes países para confrontar los textos, estudiar su origen y mecanismos de difusión y por último dar cuenta del papel que estos textos desempeñan en la celebración festiva actual en diferentes lugares donde aún tienen vigencia. La publicación futura de las diferentes colaboraciones pretende ser una especie de vademécum que funcione como punto de partida para futuros estudios que facilite a los investigadores la difícil tarea de recoger, contrastar, rastrear cronológicamente los textos.

Se ha dividido la participación en dos periodos centrales: La Navidad y La Semana Santa. Dentro de estas dos grandes divisiones se buscan la participación de todos los interesados en dar a conocer tradiciones relativas a las manifestaciones de tradición oral como villancicos, ramos, cánticos de reyes aguinaldos… etc. Así como obras de teatro popular como Loas, Autos de Pastores, Autos de Reyes… En la Semana Santa Oraciones, Viacrucis, Misereres y una gran cantidad de composiciones que forman la Semana Santa en la actualidad.

Se convoca a los interesados a participar en dicho congreso aportando comunicaciones sobre la temática señalada, u otra especialmente relacionada.





Comité organizador
José Luis Alonso Ponga. Dirección
Universidad de Valladolid
Fernando Joven Álvarez, OSA. Subdirección
Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid
Mª. Pilar Panero García. Secretaría ejecutiva
Universidad de Valladolid
Antonio Vaca Fernández, OSA. Secretaría técnica
Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid



Comité cientíco
Joaquín Díaz. Presidente
Fundación Joaquín Díaz
Tomás Lozano Indiana University
Salvador Rodríguez Becerra Universidad de Sevilla
Carmen Morán Rodríguez Universidad de Valladolid
Héctor Urzáiz Tortajada Universidad de Valladolid
Ángel J. Moreno Prieto
Instituto Universitario de Simancas
Tomás Marcos Martínez, OSA
Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid
Jesús Álvarez Fernández, OSA
Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid





Homologación
Según lo dispuesto en el «Reglamento de Reconocimiento de Otras Actividades Universitarias en los Estudios de Grado de la Universidad de Valladolid» (BOCyL de 3 de junio de 2011, modificado en el BOCyL de 2 de julio de 2013), las actividades ofertadas por la Fundación General de la Uva (*) se ha solicitado el reconocimiento de ECTs.
(*) Previa aprobación por parte del Centro Buendía
Horas: 20

Sedes del Congreso
Universidad de Valladolid – Facultad de Filosofía y Letras
Salón de Grados (3ª planta)
Plaza del Campus Universitario s/n • 47011 Valladolid
Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid
Aula Magna
Paseo de Filipinos, 7• 47007 Valladolid





PROGRAMA DE SESIONES

15 de noviembre, jueves

Mañana: Salón de Grados. Facultad de Filosofía y Letras
09:30 h. Entrega de credenciales
10:00 h. Inauguración con las autoridades académicas, eclesiásticas y locales
10:30 -11:30 h. Conferencia inaugural. Joaquín Díaz, Fundación Joaquín Díaz: «Los juegos de noches buenas»
11:30-12:00 h. Pausa café
12:00-12:45 h. Isaac González Marcos, OSA, Estudio Teológico Agustiniano: «La Cofradía agustiniana de N.S. de la Correa de Ágreda (Soria)»
14:00 h. Comida
Tarde: Aula Magna del Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid
(Paseo de Filipinos, 7, 47007 Valladolid)
16:00-17:00 h. Comunicaciones:
Santiago Díaz Barroso, Estudio Teológico Agustiniano: «“Una estrella en el camino”. Propuesta de escenificación parenética del misterio del Nacimiento de Jesús» / Giuseppe Giordano, Università Di Palermo: «Tradizioni musicali del Natale in Sicilia fra scrittura e oralità: il tema del “viaggio a Betlemme”»
17:00-17:45 h. Rafael Rodríguez Ponga, Instituto Cervantes «Aspectos lingüísticos de la Navidad en las islas Marianas»
17:45-18:15 h. Pausa
18:15-20:15 Comunicaciones:
María Felisa Torre Teresa, Investigadora independiente: «Tradición oral y escrita de villancicos y cánticos de la Semana Santa en la villa de Abejar (Soria)» / José Luis Alonso Ponga, Universidad de Valladolid: «Oralidad, escritura, tipismo e identidad. La creación del patrimonio inmaterial en la Semana Santa rural de Castilla y León»
Cristo José de León Perera, Universidad de Salamanca: «La Compañía de Jesús y sus aportaciones a la Semana Santa de Salamanca: actos piadosos y devocionales de una “nobleza intelectual”» / Salvador Rodríguez Becerra, Universidad de Sevilla: «Semana Santa y misereres en La Campiña y la Subbética cordobesas»


16 de noviembre, viernes

Aula Magna del Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid
10:00-10:45h. Michele Martino Battaglia, Centro Studi Theotokos Religiosità popolare (Catanzaro):«Dalla lauda al canto popolare nel sud Italia»
10:45-11:30 h. Franco Torchia, Centro Culturale e delle Tradizioni Popolari (Francavilla, Vibo Valentia): «Canti e riti natalizi nella tradizione di alcuni paesi del Vibonese»
11:30-12:00 h. Pausa café
12:00-12:45 h. Ignazio Buttitta, Università degli Studi di Palermo: «‘E nasciu lu Bammineddu’. Testi e contesti del Natale in Sicilia»
12:45-13:30 h. Francesco Faeta, Università degli Studi di Messina: «‘A Oriente compare una stella’. Radici dell’orientalismo nelle rappresentazioni italiane della natività»
14:00 h. Comida
16:00-18:00 h. Comunicaciones:
Roberto María Naso Náccari Carlízzi, Centro Studi sulla Religiosità Popolare Theotokos (Catanzaro): «Storia, statuti e canti delle Confraternite di Maria SS. Addolorata e del SS. Sacramento in Jonadi (VV) Italia» / Javier Revilla Casado, Universidad de León: «El Cristo Yacente de Valencia de Don Juan (León) y su representación del “Descendimiento” por la extinta Cofradía de la Vera Cruz» / Ramón Pérez de Castro, Universidad de Valladolid: «Teatralizando el espacio sagrado: Una aproximación a los monumentos escenográficos de Semana Santa del siglo xix en Castilla y León» / Enrique Gómez Pérez, Centro de Estudios y Documentación del Camino de Santiago. Carrión de los Condes (Palencia): «Ángeles somos, del cielo venimos»
18:00-18:30 h. Pausa
18:30-19:15 h. Gabriel Meléndez, Universidad de Nuevo México: «Primeras reglas de cofradías en Nuevo México (EUA): trayectorias e implicaciones»


17 de noviembre, sábado

Aula Magna del Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid
09:30-11:00 h. Comunicaciones:
Miguel Herguedas Vela, Universidad de Valladolid: «La Pervivencia de la cultura pastoril en la Misa de Gallo de Cogeces del Monte» / Max Pastrana, Family Service Association, S. A., Texas: «La tradición de las Posadas mexicanas en San Antonio, Texas» / Javier Pérez Gala, Universidad Autónoma de Madrid: «El Chigualo montubio o “la bajada del Niño Dios” –en el litoral ecuatoriano–: de una íntima liturgia al velorio con baile»
Héctor-Luis Suárez Pérez, Conservatorio Profesional de Música «Cristóbal Halffter», Ponferrada (León): «Algunos materiales de interés etnomusicológico relativos a las dramatizaciones navideñas populares y tradicionales de la provincia de León recogidos en diversas publicaciones y registros sonoros»
11:30-12:15 h. Tomás Lozano, Indiana University: «La pastorela en Nuevo México»
12:15-12:45 h. Pausa café
12:45-13:45 h. Maximiano Trapero, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria: «Una muy particular celebración de la Navidad en Canarias: Los Ranchos de Pascua de Lanzarote»
13:45 -14:15 h. Clausura del Congreso






Conferencias



Cambio de cronista en Valladolid

20 de octubre de 2018. Valladolid



Joaquín Díaz ejerció de maestro de ceremonias en el acto de bienvenida al nuevo cronista de Valladolid, José Delfín Val, y de despedida al anterior cronista, Teófanes Egido. En el acto, pronunció el siguiente discurso en elogio de ambos:

Permítanme comenzar esta breve alocución con una frase que, por usada, parece haber perdido su sentido original: hoy es un gran día para Valladolid. El día es una medida de tiempo que determina el paso de un número concreto de horas y representa el dinamismo de lo cotidiano y cíclico frente al concepto lineal y más reposado de las estaciones y los años.

El individuo siempre trató de controlar el tiempo inmediato, aquel que parecía ejercer un influjo directo sobre su propia vida, y sin embargo mantuvo una actitud más resignada ante el trascurso de los años, que imaginaba regido por la diosa Fortuna y su fenomenal rueda, lenta pero inexorable. En la Edad Media la campana marcaba y dividía el paso de las horas con su lenguaje sonoro y compartido, de modo que el trabajo y las oraciones se sucedían, adaptándose al ritmo de las noches y los días. Pero siempre, el tiempo y el lugar servían de referencia al ser humano para determinar ese aquí o allá, ayer o mañana que diferenciaban una actividad de otra. Las crónicas precisamente nacieron para convertir en historia aquello que merecía destacarse entre la sucesión monótona y hasta anodina de las horas. Escribir acerca de esos eventos y trazar las biografías de los personajes que los protagonizaban fue la tarea primordial de los cronistas. Uno de ellos, Fernán Pérez de Guzmán –tío del Marqués de Santillana- advertía sobre la posibilidad (buena para el cronista pero indeseable para la historia) de hacer un panegírico exagerado de los reyes y príncipes, que eran quienes solían encargar los escritos.

La naturaleza de las crónicas, por tanto, dependía del carácter y del sentido ético de los cronistas, o incluso de quienes recogían siglos después su relato para analizarlo o estudiarlo. Al mismo Fernán Pérez de Guzmán, por ejemplo, se le atribuyó un Valerio de las historias eclesiásticas que en realidad había sido escrito por Diego Rodríguez Almela al estilo de los Factorum et dictorum memorabilium de Valerio Máximo. Pero al decir que la naturaleza y el estilo de los relatos dependía del enfoque y la intención del escritor me quedo corto, porque la discreción y la prudencia deseables en el cronista podían verse sustituidas por la exageración o la mistificación o, lo que es peor, por la narración prosaica o pedestre, aunque viniese avalada por el prestigio de su autor, por una aseveración rotunda de sus biógrafos o por una frase exculpatoria ante lo improcedente de su estilo. Por poner sólo un ejemplo recordaré al granadino José María Carulla que se metió voluntariamente en el huerto de publicar nada menos que la Biblia en verso, hecho que ya ha quedado en los anales y en la paremiología popular como sinónimo de algo verdaderamente complicado, al modo de los trabajos de Hércules pero en el terreno poético. Aunque Carulla fue capaz de convertir discretamente a verso las partes más destacadas del libro sagrado, hay que reconocer que a veces el trabajo excesivo o la obviedad le pudieron, como en aquella rima que resumía el trascendental hecho del nacimiento de Cristo:

Nació nuestro señor en un pesebre
Donde menos se espera salta la liebre.

En fin, no era mi propósito demostrar la abundante tipología de cronistas ni la manera en que cada uno de ellos puede llevar a cabo su trabajo, sino explicar por qué hoy es un gran día para Valladolid: Teófanes Egido puede seguir ejerciendo su magisterio, siquiera sea como cronista de sucesos particulares, desde un retiro voluntario solicitado más por su discreción y humildad carmelitanas que por cualquier otro impedimento, y viene a ocupar su lugar como narrador de los hechos sobresalientes de Valladolid José Delfín Val, maestro de periodistas y escritor ameno y enjundioso.

Como la crónica de este acto en el que se van a transmitir las funciones del uno al otro me convierte en cronista transitorio del mismo, quisiera referirme a ambos desde la amistad pero también desde la objetividad que el evento y el lugar en que estamos requieren. Porque esa puede ser la cualidad más apreciada de un cronista y la más difícil de practicar. Uno no puede pretender ser objetivo cuando lo que va a describir le atañe. Puede tal vez describir los hechos tal y como los ve, pero su personalidad se implicará en ellos y la valoración que haga de los mismos así como la elección que haga de los términos para describirlos conferirá un valor al resultado de su mirada. Un cronista debe ser algo más que un buen escritor o un hábil descriptor de acontecimientos: un cronista es un guía, y como tal asume la responsabilidad de conducir al lector por los vericuetos de la historia, ayudándole a sortear los obstáculos y facilitándole los datos que le ayuden a construir su propia opinión.

Alguna vez he recordado la importancia de la mentalidad en la creación de la personalidad de los individuos y, en consecuencia, en la consolidación de las sociedades en las que vive y trabaja. Michel Vovelle, el autor francés de la obra Ideologías y mentalidades recomendaba abordar con humildad nuestro papel de espectadores vicarios : aconsejaba tomar primero una cierta distancia de los hechos para contemplar con perspectiva la problemática de las interpretaciones y luego aplicar la propia mentalidad. La crónica ayuda a comprender mejor la época que se describe, para evitar el error, siempre comprensible pero habitualmente indeseable, de analizar la historia exclusivamente desde nuestra posición espaciotemporal. Vovelle dedica gran atención al cambio que ha representado, dentro de nuestra propia sociedad, el papel que cumplen los héroes y el peso que han adquirido las muchedumbres. Recordaré de pasada su reflexión: “La sustitución de la antigua psicología de las muchedumbres o de los individuos, por el estudio de las mentalidades colectivas implica algo más que un cambio de actitud. Implica también un cambio de métodos. Tratar las actitudes colectivas en su masividad o en su anonimato impone salirse del marco estrecho de las fuentes tradicionales y en particular del informe o del relato, proyección de una mirada oficial, para explorar no sólo las proclamas de una sociedad en revolución, sino también sus silencios”.

Vovelle -y tras él otros historiadores, desde luego-, termina reconociendo su papel de narrador, de urdidor de una trama que tiende sus hilos entre el miedo y la esperanza. Gran tarea para una época en que son más abundantes los deshilados que los tejidos bien armados.

Valladolid reconoce hoy la labor de dos personas que, con su trabajo y sus indicaciones, nos han ayudado a mirar y a comprender mejor lo que vemos. También lo que otros vieron o creyeron ver.

Como cronista circunstancial o de transición me honra destacar la imagen y la profesionalidad de dos excelentes personas a las que se rinde homenaje esta mañana: al uno, Teófanes Egido, por su circunspección y capacidad de discernimiento que ha repartido generosamente durante años y al otro, José Delfín Val, como cirujano cuidadoso que ha desmenuzado las interioridades de su entorno para diferenciar entre lo sano y lo infectado. En cualquier caso estamos ante dos estilos, dos personalidades que han enriquecido y enriquecerán el patrimonio vallisoletano: uno, como escritor que sabe distinguir lo principal de lo accesorio y otro como maestro en el género del relato, que es –si la etimología no me engaña- el que se encarga de llevar, de trasladar los hechos a quienes puedan interesarse por ellos.




Del temor a la alegría: Auto de Navidad

12 de diciembre de 2018. Valladolid



Auto de Navidad organizado por la Hermandad Universitaria del Santísimo Cristo de la Luz en el Paraninfo de la Universidad de Valladolid con la Lectio Brevis “Del temor a la alegría” a cargo de Joaquín Díaz y concierto de Navidad de Vox Vitae.



Enlace a la noticia original en la página web de la Archidiócesis de Valladolid >




Presentación del libro «Camino Olvidado», de Modesto Martín Cebrián

19 de diciembre de 2018. Valladolid

Presentación del libro «Camino Olvidado», de Modesto Martín Cebrián en la librería Maxtor, con Antonio Basanta, Modesto Martín Cebrián, Gustavo Martín Garzo y Joaquín Díaz.


























Conciertos



Concierto en la Catedral de Valladolid: TACUINUM SANITATIS

2 de noviembre de 2018. Catedral de Valladolid

Actos conmemorativos del IX Centenario del fallecimiento del Conde Ansúrez

La Catedral de Valladolid acogió el viernes 2 de noviembre un concierto del grupo Artefactum.




Artefactum:
TACUINUM SANITATIS


CÉSAR CARAZO
Canto y Viola Medieval

JOSÉ MANUEL VAQUERO
Canto, Organetto y Zanfoña

IGNACIO GIL
Flautas de Pico, Chirimía y Gaita

ÁLVARO GARRIDO
Percusión


PROGRAMA

Estampida y Ungaresca / anónimo, siglo XIV
Manfredina y rota / anónimo, siglo XIV
A tan gran poder do fogo / csm 332
Non sofre Santa Maria / csm 159
Douce dame jolie & tourdion / anónimo, siglo XIV

Calenda maya / canción de trobador, Raimbaut de Vaqueiras siglo XII
A l`entrada del temp clar / anónima provenzal, siglo XII
Nomen a solemnibus / Carmina Burana 52, siglo XIII
Tempus est iocundum / Carmina Burana 179, siglo XIII
Salutiam divotamente / Laudario de Cortona, siglo XIII
Stella nova / Laudario de Cortona, siglo XIII

El programa Tacuinum Sanitatis presenta un interesante punto de vista musical sobre los sentimientos y las emociones que, a buen seguro, prevalecían en la Europa medieval.

Desde los Carmina Burana, hasta las Cantigas y las danzas, desde las canciones que ensalzan la Primavera, hasta las relacionadas con el vino, el amor...

Artefactum toma como base de este programa el libro Tacuinum Sanitatis, del médico y científico árabe Ibn Butlan que, posteriormente, sería reinterpretado en la Italia de los siglos XIV y XV. Una obra centrada en los humores del ser humano –la felicidad, el amor, la alimentación, la salud... –, a partir de la cual, el grupo crea un programa pleno de gusto por el buen vivir...

Para los músicos de Artefactum, el medievo dista grandemente del negro y del gris. Sus conciertos son color y emoción. Música para, en el mejor de los sentidos, disfrutar...




Concierto en la Catedral de Valladolid: MÚSICAS DE REQUIEM EN LA ÉPOCA DEL CONDE ANSÚREZ

9 de noviembre de 2018. Catedral de Valladolid

Actos conmemorativos del IX Centenario del fallecimiento del Conde Ansúrez

La Catedral de Valladolid acogió el viernes 9 de noviembre un concierto del grupo Schola Antiqua, dirigido por Juan Carlos Asensio, dedicado al fallecimiento del Conde Ansúrez y procedente de las liturgias hispano romana y franco romana.




Schola Antiqua

Dir. Juan Carlos Asensio

MÚSICAS DE REQUIEM EN LA ÉPOCA DEL CONDE ANSÚREZ (+1119)

CANTO HISPANO VISIGÓTICO Y CANTO GREGORIANO


PROGRAMA
CANTO HISPANO VISIGÓTICO
ORDO IN FINEM HOMINIS DIEI

Ad processionem: Miserere mei Deus
Ecce ego viam / Responsorio
Dies mei transierunt / Responsorio
Deus miserere / Preces
Si ascendero in celum / Antífona
Aperiat tibi Dominus / Antífona
Terra, terra / Antífona


CANTO ROMANO-FRANCO
OFFICIUM DEFUNCTORUM

Ad matutinum
Parce mihi Domine / Lectio
Credo quod redemptor / Responsorio / Modo VIII
Taedet animam meam / Lectio
Qui Lazarum / Responsorio / Modo IV
Manus tuae / Lectio
Libera me Domine de viis / Responsorio / Modo I

Missa pro defunctis
Requiem aeternam / Introito / Modo VI
Kyrie eleison / Modo VI
Si ambulem / Gradual / Modo I
Absolve Domine / Tracto / Modo VIII
Domine Iesu Christe / Ofertorio / Modo II
Lux aeterna / Comunión / Modo VIII

Ordo exequiarum
Exsultabunt Domino / Antífona / Modo I


La primera forma de liturgia que se establece al llegar el cristianismo a España tiene su origen en la llamada liturgia del templo de Jerusalén, es decir, se basa en aquellas fórmulas usadas por los judíos que pasaron al culto cristiano y que daban gran importancia a la palabra, o sea a las lecturas bíblicas y a la interpretación cantada de salmos.
Más tarde, pero con cierta lentitud, se fue creando un repertorio que se llamó hispano, pues tuvo su implantación en Hispania y en aquella parte de la Galia en la que estuvieron asentados los visigodos. Éstos y los habitantes de la península, los llamados hispano-romanos, usaron un tipo de fórmulas y melodías en su liturgia que les caracterizaron frente a otros ritos de la época.

Las influencias, pese a ser una liturgia local, no fueron escasas y llegaron de oriente y del África latina. De hecho ya San Agustín manifestaba en sus Confesiones el bienestar espiritual que la música podía producir a quien la creaba y a quien la escuchaba, al escribir:

Cuando oigo en vuestra iglesia aquellos tonos y cánticos animados de vuestras palabras, confieso que, si se cantan con suavidad, destreza y melodía, me atraen.

Y continúa diciendo, como sorprendido de que la música bien interpretada consiga esos efectos:

Juzgo que aquellas palabras de la Sagrada Escritura excitan nuestras almas a la piedad y devoción más religiosa y fervorosamente si se cantan con aquella destreza y suavidad, que si se cantaran de otro modo, y que todos los afectos de nuestra alma tienen respectivamente sus correspondencias con el tono de la voz y canto, con cuya oculta especie de familiaridad se excitan y se despiertan.

En parecidos términos -es decir con el mínimo recelo hacia la expresión espiritual del canto si se hace adecuadamente- se manifiesta San Benito cuando, en su famosa Regla de los monjes y de los monasterios, dice:

Recapacitemos en cómo hemos de comportarnos en presencia de Dios y de los ángeles y al cantar tengamos cuidado de que nuestro espíritu concuerde con nuestra voz». Es decir, San Benito alerta acerca de la posibilidad de que no siempre se produzca una sintonía entre el espíritu y la emisión de la palabra a través de la voz.

San Jerónimo, en su Comentario a la Epístola a los Efesios, desentraña la cuestión:
Debemos cantar y salmodiar y alabar a Dios más con nuestro corazón que con nuestra voz: este es el sentido de la frase «cantad en vuestros corazones al Señor» Que todos aquellos cuyo oficio es salmodiar en la iglesia lo sepan: se debe cantar a Dios no con la voz, sino con el corazón. No como los actores de teatro, que cuidan su garganta y su faringe con pociones suavizantes para hacer escuchar melodías y cantos de teatro en el templo, sino con temor, en la práctica y conocimiento de las Escrituras. Un hombre, sea cual fuere, si esta provisto de buenas obras, es un buen cantor ante Dios. Que el servidor de Cristo cante para que las palabras que lee parezcan agradables, y no su propia voz.



San Isidoro también distinguía entre los cantores del teatro, que actuaban y los cantores de la liturgia, que «vivían» esa liturgia desde su interior, y en el mismo sentido se expresaron muchos padres de la Iglesia cuya misma cabeza visible estuvo en numerosas ocasiones muy cercana a la música.

No podemos olvidar la labor de papas como Vitaliano, León II, León IX, León Ostiense y Victor III, dejando para el final pero no por menor importancia a Gregorio Magno quien a comienzos del siglo VII ordenó una forma de canto sin acompañamiento instrumental, denominado canto llano, para las Iglesias, determinando que los cantores tuviesen una preparación adecuada para que su interpretación elevara el sentido religioso del canto y llegara de forma más pura al pueblo. Es decir, junto a la suavidad de la melodía que sugería el propio texto, la destreza de la interpretación que pedía San Agustín.
Sabemos que los primeros cristianos de la península ibérica recitaban salmos bíblicos según una versión latina determinada que se denominó «Vetus hispana» para contraponerla a la fórmula romana conocida como «Vetus itala».

Los manuscritos españoles que se conservan contienen textos de San Jerónimo y de San Agustín que ofrecen algunas precisiones sobre la recitación de esos salmos. Por otro lado, parece que antes de la implantación del octoechos o sistema de ocho modos en la música litúrgica occidental, todavía el canto de los salmos se hacía con cierta libertad que, sin depender del todo de la influencia bizantina, daba mucha importancia a la memoria, a la tradición oral y a las formas antiguas supervivientes de los cambios que ya se habían iniciado y que tomarían cuerpo en el canto franco-romano. Sin embargo, antes de que el canto gregoriano, es decir el impulsado por San Gregorio, llegara a implantarse en España, se usaron todas aquellas formas, ligadas a los hispano romanos y posteriormente a los mozárabes que les diferenciaron de otros ritos como el galicano, el ambrosiano o el bizantino.



SCHOLA ANTIQUA
Dir. Juan Carlos Asensio Palacios

Desde su fundación en 1984 Schola Antiqua se dedica al estudio, investigación e interpretación de la música antigua y en especial del canto gregoriano. Todos sus componentes se formaron como niños de coro en la Escolanía de la Abadía de Sta. Cruz del Valle de los Caídos.

Su repertorio se centra en la monodia litúrgica occidental así como la polifonía del Ars Antiqua y Ars Nova y en las interpretaciones alternatim con órgano (Montserrat Torrent, Roberto Fresco, Andrés Cea, Óscar Candendo, Javier Artigas, José Luis González Uriol, Raúl del Toro, Bruno Forst, Jan Willem Jansen…) y con conjuntos vocales e instrumentales (La Colombina, Ensemble Plus Ultra, His Majesty’s Sagbutts and Cornetts, La Grande Chapelle, Ensemble Baroque de Limoges, La Capilla Real de Madrid, Ministriles de Marsias, The English Voices, La Venexiana, Alia Musica, Orquesta Barroca de Venecia, The Tallis Scholars, Ensemble Organum, Tenebrae, Artefactum, La Madrileña, Coro Victoria…).
Ha actuado en numerosos festivales en Europa, USA, Centroamérica, Próximo Oriente y Japón.

Su discografía incluye registros dedicados al canto mozárabe, al canto gregoriano y reconstrucciones históricas de polifonía de los ss. XV‑xix con las agrupaciones antes mencionadas.

En 2012 realizó una serie de grabaciones en cámara anecoica dentro de un programa de arqueología acústica en colaboración con el CSIC y el Departamento de Ingeniería Acústica del Institute of Technical Acoustics de la Universidad de Aquisgrán para reconstruir señales musicales en entorno anecoico para recrear de manera virtual el sonido del Antiguo Rito Hispánico.

Ha estrenado la obra Apocalipsis del compositor Jesús Torres, y junto al Ensemble Organum el Libro de Leonor de José María Sánchez Verdú, y junto al Ensemble Opus21musikplus la obra Paharión de Konstantia Gourzi. En 2017 ha participado en el estreno de Cuaderno Persa de Santiago Lanchares junto al grupo Artefactum.

Entre sus proyectos para el 2018-19 figuran su participación en el Festival de Música Sacra de Bogotá, en la Capilla Palatina de Aquisgrán, en la abadía de Clervaux y la reconstrucción de las Vísperas Solemnes de Confesores de José de Nebra junto a La Grande Chapelle.

Schola Antiqua no olvida la participación en las celebraciones litúrgicas como genuino contexto de la monodia tanto gregoriana como hispánica (www.scholaantiqua.com).


Juan Carlos Asensio Palacios

Comienza sus estudios musicales en la Escolanía de Santa Cruz del Valle de los Caídos que luego continuará en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Es colaborador del Répertoire International des Sources Musicales.

Ha publicado distintos trabajos en revistas especializadas junto a transcripciones del Códice de Madrid y del Códice de Las Huelgas y una monografía sobre El Canto Gregoriano para Alianza Editorial.

Colaborador del Atêlier de Paléographie Musicale de la Abadía de Solesmes, ha sido Profesor de Musicología en el Conservatorio Superior de Música de Salamanca.
En la actualidad es profesor de Musicología en la Escola Superior de Música de Catalunya y en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Desde 1996 es director de Schola Antiqua, y desde 2001 miembro del Consiglio Direttivo de la Associazione Internazionale Studi di Canto Gregoriano, investigador asociado del CILengua, miembro del grupo de estudio Bibliopegia, editor de la revista Estudios Gregorianos y miembro de número de la Academia “san Dámaso” de Ciencias Eclesiásticas.




Concierto en la Catedral de Valladolid: THE GREGORIAN CHANT CHOIR OF SPAIN

16 de noviembre de 2018. Catedral de Valladolid

Actos conmemorativos del IX Centenario del fallecimiento del Conde Ansúrez

La Catedral de Valladolid acogió el viernes 16 de noviembre un concierto del Coro de Canto Gregoriano • Ismael Fernández de la Cuesta.



Coro de Canto Gregoriano THE GREGORIAN CHANT CHOIR OF SPAIN


Coro de Canto Gregoriano Ismael Fernández de la Cuesta


PROGRAMA

CANTANTIBUS ORGANIS. Procesión. Antífona y salmo. Modo II.
Antifonario romano

RORATE CAELI DESUPER. Introito per Adventum. Modo I.
Gradual romano

KYRIE. FONS BONITATIS. Tropo con discanto. Modo III.
Códice polifónico del Monasterio de Las Huelgas, Burgos

GLORIA IN EXCELSIS DEO. Modo I. Kyriale nº. II.
Gradual romano

BENEDICTA ET VENERABILIS. Responsorio Gradual con
discanto. Modo IV. Códice polifónico del Monasterio de Las Huelgas, Burgos. Siglo XIII

ALLELUIA. SALVE VIRGO. Modo VIII. Con discanto.
Códice polifónico del Monasterio de Las Huelgas, Burgos.
Siglo XIII

RECORDARE. AB HAC FAMILIA. Ofertorio con discanto.
Modo I. Códice polifónico del Monasterio de Las Huelgas,
Burgos. Siglo XIII

SANCTUS. Cleri caetus. Tropo con discanto. Modo VI.
Códice polifónico del Monasterio de Las Huelgas, Burgos.
Siglo XIII

AGNUS DEI. Exsultet hec concio. Tropo con discanto. Modo VII. Códice polifónico del Monasterio de Las Huelgas,
Burgos. Siglo XIII

BEATA VISCERA MARIAE. Antífona de comunión y cántico.
Modo I. Gradual romano
CONGAUDEANT CATHOLICI. Tropo de Benedicamus Domino. Modo I. Códice Calixtino. Siglo XII

ALMA REDEMPTORIS. Antífona mariana con doble motete.
Códice polifónico del Monasterio de Las Huelgas, Burgos.
Siglo XIII.

Director: Ismael Fernández de la Cuesta
(*) Los discantos de todas las piezas han sido reconstruidos por el Director según diversos códices hispánicos y europeos.



El programa elegido para este concierto intenta reconstruir los cantos de la Misa de una de las celebraciones esenciales del culto cristiano, la de las fiestas de Santa María del Tiempo de Adviento que inicia sus cantos con el emblemático introito Rorate caeli desuper.

Se llama gregoriano este canto litúrgico latino de raíz romana porque, a fines del siglo viii, los clérigos franco-romanos atribuyeron su composición a San Gregorio Magno (+604) para extender el poder político del nuevo imperio carolingio y justificar la eliminación de todas las tradiciones litúrgico-musicales no romanas, incluida la hispano-visigótica.

En la carrera para introducir el canto gregoriano en toda la cristiandad, gracias al impulso interesado de los emperadores y de los papas, se produjeron los hechos que han sido capaces de diferenciar la música occidental con respecto a la de culturas tan elevadas como la árabe, la china y tantas otras más.

El nuevo canto pasó de la tradición oral a la escrita y, sobre todo, se ahormó a la teoría de la escala diatónica, produciéndose los siguientes transcendentales hechos histórico‑culturales: los sonidos musicales, hasta entonces flotantes en la memoria y en la voz de los intérpretes, quedaron fijos en la escala diatónico-cromática, inventada al efecto, que hoy usamos; se experimentó con éxito un código de escritura musical, el actual; nacieron de él nuevas formas y técnicas compositivas (el tropo y la canción trovadoresca, el contrapunto, la polifonía, las consonancias y sistema armónico) que el paso del tiempo y los autores perfeccionarían; quedó este canto como referente inexcusable de la composición durante muchos siglos, al menos hasta el siglo XViii; en fin, nuestros arquetipos auditivos, los de nuestra cultura occidental, se han formado en el diatonismo mientras nuestros ancestros cantaban y escuchaban día tras día durante más de diez siglos la misma música.

Para un historiador y músico profesional, el canto gregoriano es el que mejor define la cultura occidental de la música, la de los grandes compositores antiguos y modernos. Es la espina dorsal que ha hecho sostenible la prodigiosa evolución de la música durante el último milenio. El propio J. S. Bach, aun siendo fervoroso luterano, recibió una influencia decisiva de este canto en su gigantesca obra religiosa.

Los cantos que proponemos en este concierto pertenecen al repertorio tradicional del canto gregoriano, adornados varios de ellos con tropos y discantos.

Los discantos son ornamentaciones que, casi desde los orígenes de la liturgia cantada, realizaban los maestros cantores sobre la melodía del canto gregoriano, el cual quedaba invariable. Nuestro coro intenta recuperar, por tanto, un modo de cantar hoy perdido que dio origen de la polifonía occidental. Todavía en los siglos XViii y xix encontramos interesantes aunque muy tenues vestigios de estos discantos, por ejemplo, en la catedral de Toledo y, según cuenta Félix Mendelshon de su viaje a Roma en 1830, en la capilla Sixtina del Vaticano.

Los tropos son letrillas en verso latino que se introducían a modo de glosas en los melismas o largas ornamentaciones de las piezas de canto llano. La composición de tropos alcanzó un éxito extraordinario durante los siglos X al XII, de tal manera que afectó a la creación poética en lengua vulgar.

Así es como los tropatores se convirtieron en trovadores de canciones en lengua romance, occitana, francesa, mozárabe (muwashahas, jarchas, etc.) con temas de naturaleza satírica amorosa, etc.

Las grabaciones discográficas de canto gregoriano que realicé hace más de cuarenta años con el Coro de Monjes Benedictinos de Santo Domingo de Silos han contribuido a su difusión entre el gran público. Éste ha descubierto no sólo su valor testimonial histórico, sino sobre todo su hondura musical. Es irrelevante, en estas circunstancias, el natural desenfoque con que lo acepta la sociedad actual como música de concierto.

También hace mil años –coincidencia o providencia de la historia–, en el tránsito de los siglos X al xi, los escribas de los más importantes centros eclesiásticos se dedicaron febrilmente a la copia de esta música en los códices que hoy guardan nuestros archivos con el presentimiento de que el canto sagrado que había permanecido vivo en la tradición oral y en la memoria de los cristianos podría olvidarse para siempre.

Centrar, perfilar y ampliar la imagen sonora del canto gregoriano que la sociedad ha podido percibir a través de mis antiguas grabaciones discográficas con los monjes y de los registros con mi coro actual compuesto por seglares, es el mensaje que quiero trasladar hoy al público de Valladolid.

Ismael Fernández de la Cuesta


Tras los éxitos mundiales de sus grabaciones discográficas realizadas hacía más de 20 años con los Monjes Benedictinos de Santo Domingo de Silos, Ismael Fernández de la Cuesta fundó en el año 1994 un Coro para explicar mediante audiciones en directo que el Canto Gregoriano no es una música “pop”, sino un repertorio de cantos que durante más de un milenio ha sido el sustrato de la música culta Occidental.

Lo integran músicos seglares de la ciudad de Vitoria concertados por Julián Larrañaga.

Especializado en cantar el Gregoriano según sus diversas formas de interpretación a través de los siglos, el Coro de Ismael Fernández de la Cuesta busca resultados artísticos basados en el estudio de las fuentes orales y escritas antiguas, antes que su restauración arqueológica. Ha cantado en espacios religiosos y profanos de muchas de las más importantes ciudades de Europa, Estados Unidos, Iberoamérica y Australia, ante gentes de muy diversas culturas.

Entre las giras y conciertos internacionales más destacados de este Coro hay que señalar el ciclo dado en las principales iglesias y salas del Medio y Este de los Estados Unidos, principalmente en Nueva York, Boston, Washington, Philadelphia, Chicago, New Orleans (concierto-memorial con motivo del desastre que provocó el huracán Katrina), etc., en Italia, Bélgica, Francia, México, Venezuela, Ecuador, Quincena Musical de San Sebastián, Festival Internacional de Sidney (Australia), Festival de Arte Sacro de Madrid, Festival Internacional de Santander, Córdoba (mezquita), Burgos, Canarias, Vitoria, Salamanca, Murcia, etc.

Entre los conciertos de mayor impacto causado a los propios cantores intérpretes, destacan los que tuvieron lugar sucesivas veces en las Iglesias de las Misiones Jesuíticas del Paraguay en Chiquitanía (hoy Bolivia) y en las iglesias de la Compañía y de San Francisco en Quito (Ecuador).

El Coro ha sido el protagonista del programa televisivo “Songs of the Spirit” emitido por la cadena pública PBS para todos los Estados Unidos, y por TVE para España. También ha sido galardonado con el Certificado de Mérito del Gabriel Award de los Estados Unidos como mejor programa cultural y de contenido humanístico y religioso.

La crítica especializada ha destacado del Coro de Ismael Fernández de la Cuesta, cuando ofrece al público la fragilidad melódica del Canto Gregoriano en iglesias, teatros y auditorios, la perfección artística y la pureza musical de sus interpretaciones. Hay referencias suyas en los más importantes periódicos internacionales: EE. UU, New York Times, Chicago Tribune, Boston Globe, Philadelphia Enquirer, etc., Australia, Daily Telegraph, y en muchos otros del continente Iberoamericano y de Europa.



Concierto en la Catedral de Valladolid: LA MÚSICA DE LAS TRES CULTURAS EN EL TIEMPO DEL CONDE ANSÚREZ

23 de noviembre de 2018. Catedral de Valladolid

Actos conmemorativos del IX Centenario del fallecimiento del Conde Ansúrez

La Catedral de Valladolid acogió el viernes 23 de noviembre un concierto de Los Músicos de Urueña.

Los Músicos de Urueña
LA MÚSICA DE LAS TRES CULTURAS EN EL TIEMPO DEL CONDE ANSÚREZ


CÉSAR CARAZO
Canto y viola

LUIS DELGADO
Trompa marina, zanfona y percusiones

JAIME MUÑOZ
Axabeba, kaval e instrumentos de viento


PROGRAMA

Si Ascendero / Canto Mozárabe
Natus est / Manuscrito de la Catedral de Toledo
Pos de Chantar / Guillem de Poiteau
Prosa Santi Iacobi / Codex Calixtinus
Deus miserere / Canto Mozárabe
Ki eshmerá / Abraham Aben Ezrá
Melihul muhaia / B´sit de la Nuba G´ribat al Hussein
Elohim eli ata / Slomo Ibn Gabirol
Crux fidelis / Festividad de la Santa Cruz
Pangue lingua / Venancio Fortunato
Quand hay lo mond / Trovador Anónimo
Leylun ashib / B´taihi de la Nuba G´ribat al Hussein
Dum pater / Codex Calixtinus




En la época de Pedro Ansúrez, entre los siglos XI y XII, la Península Ibérica vivía de lleno el proceso conocido como la Reconquista, que se prolongaría a lo largo de los siguientes siglos.

Las ciudades situadas al sur del Duero crecían con la convivencia de Judíos, Moros y Cristianos, mientras que las poblaciones del norte no hacia mucho que habían pasado a pertenecer a las coronas cristianas, y su población aún contaba con numerosos musulmanes y judíos. Cada una de estas culturas atesoraba sus propias costumbres que, sin embargo, fundían sus márgenes, especialmente en el ámbito musical. Las tradiciones de la Península quedaron impregnadas por ese crisol de culturas, llegando vivas, en algunos casos, hasta la actualidad.

El concierto muestra el sonido de la música cristiana junto a la sefardí y la andalusí. Todas ellas llegan hasta nosotros de diferentes formas, ya que la primera conserva notaciones en manuscritos y códices, mientras que las otras dos perviven en la tradición oral hasta nuestros días.






Premios y distinciones



Premio y distinción «Ciprés de Honor»

20 de octubre de 2018. Valladolid

La Fundación Godofredo Garabito otorgó el «Ciprés de Honor» a Joaquín Díaz y le nombró Patrono de Honor.



Noticia en Europa Press >


Noticia en Tribuna Valladolid >




Joaquín Díaz González ha sido galardonado con la «Capa Alistana de Honor 2018»

11 de noviembre de 2018. Aliste

Joaquín Díaz recibió el pasado día 11 de noviembre de 2018 la capa de honras alistana, que le fue impuesta por la Asociación para la Promoción y el Estudio de la capa parda alistana durante la jornada de exaltación celebrada en la localidad de San Juan del Rebollar (Zamora).



Así lo acordó, por unanimidad, en su última reunión, la Junta Directiva de la «Asociación para la Promoción y el Estudio de la Capa Parda Alistana de Honras y Respeto» que preside Félix Marbán Junquera.

Junta directiva de la Asociación de la Capa Parda Alistana

La Capa Alistana de Honor se le otorga "Atendiendo a su intensa y dilatada carrera profesional dedicado a la recopilación, el estudio y la difusión del folclore de Castilla y León, así como a la buena gestión de su Fundación Joaquín Díaz en favor de Castilla y León y sus pueblos".


La jornada se inició a las 11:00 horas con la concentración de los participantes en el edificio de servicios múltiples en “Las Eras”, donde los asistentes pudieron desayunar y visitar una exposición de indumentaria tradicional de Aliste, organizada por la asociación cultural Río Mena.

Posteriormente la comitiva salió hacia la iglesia de San Juan Bautista, acompañada por el grupo Manteos y Monteras, la Asociación de Tamborileros Zamoranos y el músico Luis Antonio Pedraza, donde tuvo lugar una misa.

Fotos: Chany Sebastián

Joaquín Díaz anunció, tras la imposición de la Capa de Honor, que la prenda estará expuesta en la Fundación en Urueña.










Enlace al Blog «Cancionero de Romances» de David Muñoz López:
https://cancioneroderomances.com/2018/11/28/joaquin-diaz-capa-alistana-de-honor-2018/


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Noticia en "La Opinión de Zamora" >







Joaquín Díaz recoge el premio de Coello ‘Excelencia cultural’

5 de diciembre de 2018. Valladolid

Fotos de Natalia Calvo


Enlace a la noticia original en Noticiascyl Valladolid >



Fue entregado por el mismo autor, de 83 años, en su estudio-taller de la calle Santa Lucía.

Tras la entrega tomó la palabra Joaquín Díaz quién agradeció el premio y alabó la labor de Andrés Coello.

El galardón que creara el maestro Andrés Coello en 2002 bajo el nombre de “Excelencia Cultural”, es una escultura donde destaca la letra E y cuyo primer destinatario fue el Ateneo Cultural. “Porque eran personas -cuenta el autor- que ponían todo su interés, y su dinero, para apoyar la cultura del libro convocando un premio anual. Se reunían en “El Candil” y me pareció que era una gran obra lo que estas gentes hacían en pro de la Literatura”.






Fotos de Natalia Calvo

Se realizó un sorteo entre los asistentes al acto, donde el ganador se llevaría un cuadro firmado y dedicado por el maestro Andrés Coello. Le tocó a Elena Casuso, benefactora y amiga de la Fundación Joaquín Díaz.



Fotos de Natalia Calvo





Nuevas adquisiciones y donaciones



Nuevas adquisiciciones que han entrado a formar parte del fondo instrumental de la Fundación Joaquín Díaz:





GUITARRA TAKEHARU LADY, fabricada en 1976 en Japón por Suzuki

Takeharu Yamamoto (1925-2011) fue un concertista japonés y esta guitarra fue construida imitando un modelo del siglo XVIII.

Originariamente fue adquirida por María Dolores Pradera en Musical Emporium de Barcelona a Lluis Castelló i Llobet y actualmente forma parte del conjunto expositivo del Museo.





GUITARRA THIBOUVILLE-LAMY

Fabricación del constructor Jerome Thibouville en el siglo XIX. Fue adquirido como donación de la Asociación de Amigos de la Fundación Joaquín Díaz en junio de 2018.





BANDURRIA DE LA CASA RAMÍREZ

La afamada casa Ramírez fabricó además de las conocidas guitarras también bandurrias y laúdes. Esta que ahora pertenece a los fondos de la Fundación es un tipo de bandurria con clavijero moderno, rehecho sobre el antiguo y perteneció a Doroteo Arnaiz, quien la adquirió a principios del XX. Fue restaurada este año 2018 por el taller de Demian Reolid y conserva el sello original de la casa Ramírez.











TAMBORIL DE CUERDAS

Tamboril emparchado en piel y ajustado mediante cuerdas abrazadas en torno de la caja. Fabricada de manera artesanal a mediados de los años cincuenta o sesenta del siglo XX. Procedencia desconocida pero se relaciona con algunos tipos de tambores de ciertas comarcas de Cáceres. Colección de la Fundación Joaquín Díaz.





DULZAINA SIN LLAVES

Dulzaina fabricada en los años ochenta por el señor Alejandro Céspedes (1933-2010), ya fallecido, quien ejerciera de sacerdote en El Capiscol (Burgos). Fueron muchas las dulzainas fabricadas por este músico -miembro del Orfeón Burgalés-, y párroco de la iglesia del Salvador, que surtieron las escuelas de música de la zona y facilitando a muchos dulzaineros dar sus primeros pasos con este instrumento, especialmente en la escuela que creó en este barrio y cuando no era tan fácil poder adquirir dichos instrumentos.











Sumario de Parpalacios: