Para quien conozca y admire Urueña –incluso para quien la intuya a través de imágenes fotográficas- el mes de diciembre del año 2001 va a constituir un hito importante en la historia de la Villa. La iluminación del antiguo recinto amurallado se ha hecho realidad. No deja de ser emocionante la visión novedosa de esas piedras doradas cuyo resplandor ya hemos tenido oportunidad de contemplar en las frías noches de un otoño especialmente invernizo. Sotur y Diputación de Valladolid han sufragado los gastos del proyecto cuyos últimos detalles completarán un alumbrado adecuado y respetuoso con el entorno. En cualquier caso, Urueña tiene un nuevo atractivo, atractivo nocturno, que podrá observarse desde la Autovía de Madrid a La Coruña y desde numerosos lugares de la Tierra de Campos.

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-Ha aparecido una nueva edición del libro La campana del que son autores José Luis Alonso Ponga y Antonio Sánchez del Barrio. La Fundación ha contado en este caso para publicarlo con el patrocinio de Caja España. Se han editado 1000 ejemplares y se ha incorporado un CD audio con toques tomados del primer concierto que se dio en la Casona hace 11 años a cargo de Salvador López, Fidencio de la Fuente y Antonio Castañeda. Los pedidos pueden hacerse a la Fundación (contra reembolso de 2.000 pts o 12 Euros, más los gastos de envío).

-La Junta de Patronos aprobó los presupuestos del año 2002 en su reunión de diciembre. Entre los acuerdos, se adoptó el de subir los precios de las entradas, dejando en dos Euros la individual y en un Euro la reducida para estudiantes y jubilados. Los grupos de hasta 50 personas diez Euros y los de más de 50 quince Euros.

-Ya está a la venta el primer número de la Colección La música popular española escrita, que pretende aportar en ediciones fonográficas lo más selecto del repertorio popular tal y como fue recogido por músicos y poetas de diferentes épocas. Los números previstos para grabar y editar en 2002 son los siguientes:

Francisco de Salinas: Ayres y Bueltas. (siglo XVI)
Francisco de Salinas nace en Burgos en 1513 y desde su niñez se dedica al estudio y práctica de la música por voluntad de sus padres, que buscaron dar a su hijo ciego un vehículo para alcanzar la razón “a través del oído”. Estudia en Salamanca, Santiago de Compostela y Roma y, tras más de veinte años de estancia en Italia se establece en la Catedral de León como organista, pasando después a la cátedra de música en la Universidad de Salamanca.
Su principal obra “De Musica Libri Septem” es un tratado de música teórica y práctica muy citado pero poco conocido hasta tiempos recientes. El libro VI, en concreto, es la mejor fuente para conocer la música popular del siglo XVI pues el autor, al querer demostrar que la lengua castellana es tan apta como la griega o latina para hacer versos y componer melodías bajo unas medidas prefijadas, recurre a melodías breves y aires de época que inserta entre los párrafos de teoría.
Para este disco, cuyas transcripciones han sido preparadas cuidadosamente seleccionando más de veinte de entre aquellos temas que aparecen en el Libro VI, se cuenta con la colaboración musical de especialistas en la época. Los arreglos serán de Joaquín Díaz (voz) y Jesús Angel Martínez Blanco (vihuela).

De Beethoven a Moretti: España en Europa (siglo XIX)
Los primeros años del siglo XIX son pródigos en música popular que se difunde a través de las sesiones y veladas celebradas en los salones. Las guerras y la fiebre de los viajes permite que buena parte de ese repertorio recorra diferentes países europeos acompañando los conciertos y actuaciones de excelentes intérpretes. El disco De Beethoven a Moretti trata de reflejar el impacto que la música española de esa época causó en músicos y compositores extranjeros que crearon arreglos especiales para aires y canciones “nacionales”. Beethoven incluyó entre sus Canciones Populares la famosa Tirana española y Federico Moretti, aun siendo un músico valón de ascendencia italiana, creó música popular que se difundió y vendió en todos los puestos de libros de España durante décadas.

Tonadillas: Lo popular y el teatro (siglo XVIII)
Como ya demostró José Subirá en su excelente y todavía no superado trabajo sobre la Tonadilla, el género tuvo tal influencia en el público español durante el siglo XVIII que no hubo nada, en lo social o en lo artístico, que no estuviera tocado por su mágica aura. Casi todos los músicos de la época velaron sus armas en ese estilo y algunos de ellos alcanzaron la fama y la predilección del público justamente. Algunos de los fragmentos se hicieron popularísimos gracias a la difusión que de ellos hicieron los copleros ambulantes, quienes distribuyeron por toda España en pliegos un repertorio tan interesante como poco conocido en la actualidad.

Francisco Rodríguez Marín: Cantos populares españoles (siglo XIX)
La aparición del trabajo del que fuera Director de la Real Academia Española e insigne polígrafo, vino a traer a la canción popular ibérica un nuevo estilo de investigación, basado en la recopilación como fuente y en el estudio comparativo de versiones. Tras la obra de Rodríguez Marín aparecieron muchos imitadores que realizaron trabajos similares hasta bien entrado el siglo XX. Aunque su colección fue fundamentalmente textual, incluyó cerca de cincuenta melodías en el tomo quinto de su magnífica publicación. En este disco intervienen Joaquín Díaz (voz), Javier Coble (piano), Elena Casuso (voz) y Diego Galaz (violín).

-Curso de Patrimonio sobre Almanaques y Reportorios
En Medina del Campo y en el Castillo de la Mota se celebrará, como en años anteriores en la segunda semana de julio, un curso sobre Almanaques y Reportorios. Estas publicaciones fueron, desde el siglo XVI, una de las fuentes básicas de conocimiento en el medio rural, así como una excelente referencia para el tiempo meteorológico cuya predicción se hacía por las fases de la luna. Las conferencias correrán a cargo de especialistas (hispanistas, meteorólogos, calcógrafos, bibliófilos, etc).

-Memoria lúcida. Proyecto audiovisual
-Basándose en la experiencia acumulada en horas de grabación de campo, la Fundación pretende entrevistar ante una cámara a los mejores músicos, poetas o artistas, vivos y en activo que puedan aportar con su actividad o su memoria algún dato o documentación a la cultura de tradición oral y escrita. Las entrevistas se realizarán en la sede de la Fundación, en soporte profesional y en bloques de 10-15 minutos. Las grabaciones quedarán en el archivo audiovisual de la Fundación.

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Efemérides y Cronología de Urueña - 4


En 1755, el terremoto de Lisboa se deja sentir en Urueña. El cura de las parroquias del Azogue y San Andrés, Juan Pérez Bentosa, escribe en el libro de bautismos de la primera: “Experimentamos un gran terremoto que duró como de cuatro a seis minutos y en él vi, por hallarme en la parroquial de Santa María, que toda la iglesia se movía y como que se caía, ya hacia el norte ya hacia el mediodía, y las lámparas igualmente andaban de un lado a otro y las vigas del pavimento se temblaban como cuerdas de vihuela y con igual zumbido, de suerte que consentí después de haberlo estado notando algún rato que se caía la iglesia, por lo que me salí de ella con la mayor apresuración y hallé que todo el pueblo estaba igualmente conmovido y espantado diciendo a voces que se caían las casas”.

-En 1771 repite otro terremoto aunque más corto y menos dañino que el del año 1755.

-En 1784 Diego Pérez Martínez hace un grabado calcográfico de la “Milagrosa Imagen de Nuestra Señora de la Anunciada que se venera extramuros de la Villa de Urueña”. Diego es hijo de Ventura Pérez, autor del Diario de Valladolid.

-En el censo de Floridablanca de 1787 Urueña aparece con 696 habitantes de los cuales 401 son solteros, 269 casados y 26 viudos. En el monasterio del Bueso hay dos monjes y cuatro criados y en Villalbín 11 franciscanos a los que ayudan otras diez personas.

-En 1789, por orden del Supremo Consejo, se comisiona al Conde de Isla para que suprima las cofradías de la Asunción, la Anunciada, San Blas, San Miguel, La Cruz, Minerva y Candelas, y queden solamente las del Sacramento, Rosario y Animas (y estas dos últimas, unidas). Se faculta a Alonso Pérez Rodríguez y Minayo, caballero del hábito de Santiago, para que entregue la cera de las cofradías extinguidas a las que van a subsistir, así como para que deposite en el Ayuntamiento los libros de cuentas, estatutos y ordenanzas de dichas cofradías. En la misma orden se indica que las tres cofradías que quedan deberán dar cada año cien reales para reparación de la iglesia de Nuestra Señora de la Anunciada y para asegurar su fábrica pues “es de gran importancia porque en ella se dicen misas los días de fiesta y sirve en el verano para alivio y adelantamiento de los labradores y de las otras personas que se ocupan en la recolección de los frutos”.

-En 1794, según reza un retrato depositado como exvoto en la iglesia del Azogue, Nuestra Señora de la Anunciada curó de una grave enfermedad a Inés, hija de Juan Rodríguez Barrios y de Florenciana Manso, ambos de Villardefrades.

-En 1876, en la noche del 3 de octubre, se declara un terrible incendio en Urueña que acaba con 89 casas, de las cuales 60 pertenecían a jornaleros, 22 a la clase media y 7 a familias acomodadas. El costo de la reconstrucción se calcula en 22.500 duros.

Parpalacio reconoce la deuda con las publicaciones y estudios de Carlos M.Reglero de la Fuente, Pascual Martínez Sopena, Concha Casado Lobato, José María Mínguez Fernández, Miguel Angel de Benito, José Luis Gómez, Carlos Mier Leal y Miguel Angel Zalama para la realización de esta cronología. A todos ellos, gracias.

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Sumario de Parpalacios:

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