La historia de los instrumentos mecánicos de música es larga y compleja. En todas las épocas existió la intención clara de imitar lo mejor posible los sonidos de la naturaleza: la voz humana, el canto de los pájaros, el murmullo del agua. Esa imitación -conseguida con mayor o menor acierto- mantuvo ocupados a grandes ingenios de la historia y a pequeñós artesanos encargados de crear los artefactos y autómatas. El siglo XIX, ese en el que la revolución social, cultural y de costumbres que se fragua en el XVIII viene a realizarse en plenitud, es el período de mayor auge no sólo en la creatividad sino en el registro de nuevas patentes que venían a añadir detalles a inventos antiguos o a adaptar a los hallazgos de novedosos recursos las posibilidades casi agotadas de instrumentos ya clásicos. Finalmente se hizo la luz y dos eminentes inventores, casi al mismo tiempo, llegaron a las mismas conclusiones. Edison realizó el prototipo del fonógrafo y le tomó la delantera a Cross pero lo importante es que tras muchos intentos e innumerables fracasos el ser humano había encontrado la posibilidad de grabar y reproducir facsimilarmente los sonidos que le rodeaban e inspiraban, incluyendo los de su propia voz, tan lejana e inasequible como efímera.

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Ya se encuentran en exposición permanente en la Fundación los instrumentos mecánicos que componen la colección adquirida por nuestra institución con una generosa ayuda de CAJA DUERO. Algunos de ellos están en perfecto estado de conservación por lo que se ha realizado una grabación (algunos de los sonidos ya están en la web de la Fundación en Internet), para editar un CD.

La Fundación ha cedido, para su exposición en la Sala de Exposiciones permanentes del Museo Etnográfico de Castilla y León, en Zamora, una colección de Aleluyas. El título de la muestra "La vida en Viñetas. Tres siglos de Aleluyas", demuestra la variedad temática que tuvo el género así como su larga historia que casi abarca cuatro siglos. Entre las curiosidades se pueden observar dos largas tiras de papel (de 7 y ocho metros) realizadas con recortes de aleluyas pegados y representando dos procesiones de Semana Santa de Barcelona. Ambas son de la imprenta Estivill. La exposición estará abierta hasta diciembre.

Se está gestionando el envío de una muestra similar en octubre al Instituto Cervantes de Moscú, con más de setenta aleluyas editadas en Madrid, Barcelona y Valencia por diferentes imprentas.

Ha aparecido un catálogo de los "Instrumentos musicales en los Museos de Urueña", publicación que recoge las imágenes y datos de casi cien instrumentos musicales expuestos en el Museo de la Música de Luis Delgado y en nuestra Fundación. De este modo se unen de forma práctica las dos instituciones que han apostado por convertir la Villa de Urueña en un centro musical, con casi 800 instrumentos expuestos y más de 1600 en los almacenes. El catálogo está a la venta al precio de 12 euros.

La Fundación, con la colaboración en la producción de Luis Delgado y Luis Vincent y el patrocinio de la Diputación de Valladolid, editó el disco "Poesía necesaria...con su música", especie de tarjeta de visita que precede a la celebración del IV Congreso de la Lengua en Valladolid en noviembre. La grabación reúne una importante selección de textos de poetas del siglo XX musicados por cantautores como Paco Ibáñez, Joan Manuel Serrat, Alberto Cortez, Rosa León, Carlos Montero, Ismael Serrano, Javier Ruibal, Javier Bergia, Marina Rossell y otros.

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Don Alonso de Mena y Borxa, ilustre urueñés.

.."En Urueña nació D. Alonso de Mena y Borxa el 13 de junio de 1643 siendo apadrinado por D. Francisco de Isla, entonces estudiante en Villagarcía de Campos y después canónigo de Toledo, lo cual sería toda una premonición (1). En 1675 se graduó de licenciado y doctorado en Teología por la Universidad de Alcalá, en su Colegio de San Antonio Portaceli (2) y cuando murió su padre era ya presbítero y cura de Almazán, en el obispado de Osma, prebenda en la que seguramente mediaría el obispo D. Antonio de Isla (3). Obtuvo más tarde la cátedra de Artes en la Universidad de Toledo y en 1679 ingresó en el Colegio de San Salvador de Oviedo de la Universidad de Salamanca, abandonándolo dos años después al ser creado Magistral de la Catedral de León. Desde 1684 a 1701 fue Canónigo Penitenciario en la Primada de Toledo y aquel último año Felipe V le presentó en Roma para que ocupase la sede episcopal de Calahorra. Su agradecimiento hacia el monarca quedaría patente en 1706 cuando convocó a todos los clérigos de su obispado para que defendiesen la causa del primer Borbón español, quien en recompensa le presentó al obispado de Plasencia, vacante entre 1710 y 1713, dignidad que D. Alonso no admitió. Murió el 4 de octubre de 1714 y su cuerpo se enterró en la iglesia conventual de los padres carmelitas de la capital de su diócesis (4)"...

(1)Hasta ahora se tenía a D. Alonso de Mena y Borxa como leonés y nunca se había señalado la fecha exacta de su nacimiento. Sin embargo cuando ingresó en el Colegio de San Salvador se indica que era natural de Urueña, cfr. J. M. Fernández Catón, ÒEl Colegio Mayor de San Salvador de Oviedo de la Universidad de Salamanca. Catálogo de sus colegialesÓ, Studium Legionense, 1960, p. 282. (2)J. de Rújula y Ochotorena, Indice de los colegiales del Mayor de San Ildefonso y menores de Alcalá, Madrid, 1946.
(3)AHPV. Prot. 9.922, fol. 139.
(4)Para su biografía hemos utilizado el Manuscrito n¼ 174 de la Biblioteca de Santa Cruz de Valladolid y el Episcopologio Calagurritano, de F. Bujanda (Logroño, 1848, p.62)

Jesús Urrea: La casona de Urueña, Centro Etnográfico Joaquín Díaz, Valladolid, 1991.

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Sumario de Parpalacios:

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