Publicamos en este número en el espacio dedicado a documentos acerca de Urueña, un fragmento de El Victorial (capítulo 94) en el cual se describe la estancia en Urueña de doña Isabel Brites de Borgoña, denominada aquí Beatriz de Portugal, quien sería posteriormente la esposa de Pedro o Pero Niño. Brites era nieta de Pedro de Borgoña e Inés de Castro -la reina mártir- e hija de Juan de Borgoña y Constanza de Castilla. Por su parte, Pedro Niño, nacido en 1378 y muerto en 1454, fue un valeroso guerrero que vivió en los reinados de Enrique III y Juan II. Durante el período de regencia en que se ocupó de los asuntos de Castilla el Infante don Fernando de Aragón (que sería Fernando I de Aragón entre los años 1412 y 1416) se produjo el episodio que se comenta en el texto a través del cual puede observarse la oposición que suscitó en el Infante el matrimonio de don Pedro con Beatriz de Portugal, que era su prima, a la que recluyó en el castillo de Urueña. Don Pedro Niño se distinguió por su valor y habilidad en la Corte y en la guerra por lo que le fue concedido en 1431 el título de Conde de Buelna. Algunos textos mencionan este reconocimiento. En la Historia de Valladolid, de Matías Sangrador, se habla de las justas celebradas en la calle de la cascajera con motivo de la llegada a la ciudad de la Reina de Navarra, tía del Infante. En ellas se distinguió por su pujanza y brio el Conde Don Pedro Niño. Asimismo, y previamente, se menciona su valor con motivo de la visita de Enrique III a Sevilla en 1395, donde según las Crónicas lidió toros así a pie como a caballo, esperándolos, poniéndose a gran peligro con ellos e faciendo golpes de espada tales, que todos eran maravillados. De El Victorial hay diferentes ediciones, alguna reciente de la Universidad de Salamanca, y varias de ellas anotadas.
Colecciones de La Casona
Junio a agosto 2003: 2.431
Total general: 157.302
Museo de Campanas
Junio a agosto 2003: 3.691
Total general: 94.623
Sala de exposiciones "Mercedes Rueda"
Junio a agosto 2003: 736
Total general: 31.113
-La Fundación cuenta, a partir del mes de agosto, con una copia de los discos grabados en 1932 por el musicólogo Kurt Schindler durante una visita a España. Las más de cuatrocientas tomas realizadas se efectuaron en diferentes puntos de la Península a donde acudió el investigador acompañado por algunos amigos intelectuales de la época como Federico de Onís, quien se ocuparía años más tarde de la edición del cancionero de Schindler, que apareció bajo el título Folk Music and Poetry of Spain and Portugal con los auspicios del Hispanic Institute, de la Universidad de Columbia. Estas grabaciones se unen a las obtenidas de Rounder Records con los temas registrados por Alan Lomax en España.
-Nuevas donaciones de instrumentos mecánicos han engrosado el patrimonio de la Fundación.
-Dos nuevos discos de Joaquín Díaz aparecerán en breve. Uno de ellos está dedicado a las canciones de los ciegos ambulantes y copleros y se titula Música en la Calle. Aparecerá en el sello Several Records y se hará una edición especial para Fundosa. El otro contendrá romances relacionados con la Reina Isabel la Católica y aparecerá con motivo del centenario de su muerte.
-El Director de la Fundación viajó a Polonia invitado por el Instituto Cervantes de Varsovia para inaugurar los cursos de los Institutos de Estudios Ibéricos e Iberoamericanos de las Universidades de Varsovia y Poznam. Con motivo del viaje se acordó publicar en Polonia un disco sobre villancicos españoles que aparecerá en diciembre con textos y letras en español y polaco y que se distribuirá en todos los institutos y universidades de Polonia en que haya estudios sobre el español.
CÓMO LA SEÑORA DOÑA BEATRIZ FUE DETENIDA EN EL CASTILLO DE URUEÑA
Doña Beatriz quedó aquella vez en la cámara del Infante poniéndole muchos miedos; y otrosí decíale muchos halagos, diciendo que se dejase de la razón de Pedro Niño y que le darían otros casamientos luego allí. Contra las cuales razones ella estuvo siempre muy firme y constante, diciendo que ella nunca tendría otro marido sino Pedro Niño y que sobre esta razón antes padecería la muerte si necesario le fuese.
De allí le envió el Infante a Urueña, y con ella dueñas y doncellas que la acompañasen y honrasen. Y allí estuvo ella, a su honra, muy guardada que no hablase con ella hombre del mundo, porque Pedro Niño no la llevase. En año y medio que ella estuvo allí la vino a ver Pedro Niño, y la pudiera llevar en tres o cuatro veces que allí vino si él quisiera, mas él nunca la quiso llevar ni tener sino a fin de su honra, como después la tuvo.
Y en tanto que Pedro Niño estaba en Bayona, hablaron con el Infante algunos caballeros sus amigos y la reina, que se interpuso en ello, y otros, que le encargaron de conciencia mostrándole muchas razones cómo tal caballero no era de perder, porque en muchos lugares pocos tales caballeros eran hallados, ni tan buenos como Pedro Niño. Otrosí, que en otros reinos sería él bien recibido si él allá quisiese ir. Y el Infante tenía necesidad de él según la guerra que entonces tenía con los moros. Y por estas razones y otras que a ello le movían túvole que perdonar, y diole licencia que viniese al Reino de Castilla. Y le dio a su esposa y le dio otras mercedes y ayudas.
Y al fin tuvo modo de tornarlo a sí. Y si el Infante hubiese vivido más, Pedro Niño tuviera gran lugar con él. Y cuando Pedro Niño vino a Castilla la reina le hizo muchas mercedes y lo recibió en su estado y en la guarda del rey según ante ella estaba. E hizo sus bodas en una villa suya que llaman Cigales. Y de allí adelante continuó la estancia en la corte hasta que el rey fue de edad. En la cual tuvo muchas vueltas después que el Infante don Fernando murió siendo rey de Aragón. En las cuales cosas Pedro Niño se comportó tan bien como en todas las otras cosas.
Tomado de El Victorial, de Gutierre Díaz de Games