Parpalacio

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Editorial

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Con todas las reservas que cualquier hipótesis lingüística pueda suscitar -sobre todo cuando la etimología nos remonta a términos prerromanos- podría suponerse que la palabra URUEÑA está compuesta por dos sufijos de muy antiguo origen.El primero sería UR, con el significado de "agua" y el segundo UEÑA (de ONNA), supuestamente precéltico y preibero, con el significado de "corriente de agua".Una de las primeras menciones conocidas de la villa se encuentra en la documentación del Monasterio de Sahagún, donde aparece como ORONNA.Los topónimos prelatinos relacionados con el agua no son infrecuentes en la provincia de Valladolid y no habría más que referirse a los ríos Duero, Pisuerga o Esgueva para comprobarlo.Por otra parte, hoy mismo, se puede comprobar que una enorme bolsa de agua se extiende por el subsuelo de Urueña con diferentes corrientes o venas que surten abundantemente a todos los pozos de la población y que, hasta hace unos años, incluso, mantuvieron siempre alimentado el labajo situado al pie del muro norte del castillo.Esta abundancia de agua, que confirmaría plenamente el sentido del topónimo, se ve ampliada o complementada con los numerosos topónimos que en el término de Urueña apuntan en la misma dirección.Los primeros asentamientos, hoy despoblados, incluyen en su etimología el concepto de acuífero:Pozuelos, ya mencionado en el año 954, de cuya existencia quedarían hoy los nombres de los pagos "pozolico", "pozuelo mediano",etc; San Pedro y San Pablo de Cubillas (cuevillas u oquedades de donde fluía y fluye el agua), nombre de un antiguo monasterio real cuya iglesia vendría a ser con el tiempo la actual ermita de la Anunciada;y por último Marfeliz, otro despoblado situado en la parte norte del término y del que hoy sólo se conserva el topónimo y la certeza de que allí hubo una fuente.

Visitas

Museo de la casona
septiembre-noviembre 1998: 2.011 visitas
Total general: 93.740 visitas

Colección de campanas
septiembre-noviembre 1998: 1.744 visitas
Total general: 33.177 visitas

Aula arqueológica "Mercedes Rueda"
septiembre-noviembre 1998: 1.096 visitas
Total general: 8.704 visitas


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Noticias

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-I Ciclo de conferencias La Tradición Plural. Paraninfo de la Universidad de Valladolid (miércoles de noviembre). Organizado por la Cátedra de Estudios sobre la Tradición con el patrocinio de Caja Madrid. El programa fue el siguiente:
×Antonio Bonet Correa: "Lo culto y lo popular en las Fiestas Reales del Antiguo Régimen"
×Francisco Rico: "El Quijote y la cultura tradicional"
×Ismael Fernández de la Cuesta: "El Gregoriano: un canto milenarista"
×Antonio García y García: "La costumbre en los Sínodos Diocesanos de Castilla y León"

-IX Curso de Zanfona. Canencia (Madrid) (4, 5 y 6 de diciembre), Organizado por la Fundación y la Asociación Ibérica de la Zanfona. A cargo de Gilles Chabenat.

-El día 15 de diciembre se celebró la Junta de Patronos ordinaria correspondiente al año 1998; el ella se aprobaron el plan de actividades y los presupuestos del año 1999.

-A finales del mes de enero de 1999 se inaugurará una nueva sala en el edificio sede de la Fundación que acogerá exposiciones temporales; la primera de ellas mostrará la colección de cerámica popular reunida por Primitivo González, actualmente en propiedad de la Junta de Castilla y León, y depositada en la Fundación.

-También a fines de enero se pondrá en funcionamiento el punto de información general sobre la Fundación, Urueña y su entorno. Sobre la pantalla de un soporte informático, el vistante podrá acceder a cualquier dato relativo a la historia, monumentos y servicios de la zona.

-Se prestaron varios grabados a Caja España para una exposición que sobre la historia de la entidad se inauguró en el mes de diciembre en León.

-Para la exposición "La Edad Media de la Música" organizada por la Asociación "Bestiario Musical" y Caja España (Valladolid, 13 nov.-10 dic.; León, 17 dic.-17 enero, y Zamora, 21 enero-28 feb.) han sido prestados varios instrumentos musicales.

-Joaquín Díaz, Director de la Fundación, ha sido nombrado miembro del Patronato del Museo del Alto Bierzo, asesor del Museo Etnográfico de la Cabrera y, asimismo, miembro del comité científico del Congreso de Folklore de Andalucía y de la revista canaria "Tenique".





Cristo atado a la columna

Andrés Solanes

El Cristo atado a la columna de Andrés Solanes, actualmente en la parroquia de Urueña, fue restaurado con la colaboración de la Excma. Diputación Provincial de Valladolid, la Junta de Castilla y León y el Arzobispado de Valladolid. Con motivo de la llegada de la pieza a la iglesia de Santa María del Azogue, el párroco, D. José Luis Hernández, organizó un acto al que asistieron D. Ramiro F. Ruiz Medrano, Presidente de la Diputación; D. Jesús Urrea Fernández, Director del Museo Nacional de Escultura; D. Luis María lsusi Baqué, Delegado de Patrimonio de la Archidiócesis, y Pilar Pablo Casas, restauradora de la pieza. Publicamos el texto que, sobre la historia de la obra y su restauración, apareció en el catálogo de la Exposición "Del olvido a la memoria" cele- I brada en Valladolid en septiembre de 1998.

Andrés Solanes (h. 1595-Vitoria, 1635)
Cristo atado a la columna

Madera de pino con restos de policromía
1,77 m Urueña (Valladolid)

Bibliografía: F. Guillén Robles, El monasterio de la Santa Espina, Madrid, 1887, pp. 21-22. J. Martí y Monsó, Estudios histórico artísticos, Valladolid, 1901, p. 186; F. Antón, Monasterios medievales, Valladolid, 1942, p. 124. J. Parrado del Olmo, Partido Judicial de Mota del Marqués, Valladolid, 1976, p. 260, fig. 310. 1

AL lNlClARSE LA RESTAURAClON apareció en su interior un papel doblado, manuscrito (0,15 x 0,135 cm) con la anotación en su cara anterior: "Memoria de q/ando se yso la obra / desta capilla y quien la yso" y en la posterior: "este cristo y las demas figuras de escul / tura y ensanblague se yso en el año / de 1634 años la escultura la yso / Andres Solanes y el ensanblague / franco solanes Su ermano y la mando / aser el pe. fr. Anguel Manrique / aba deste monasterio esta memo / ria escrivio Juan cobin ensSamblador / natural de Revilla / Reynando felipo quarto". Gracias a esta memoria, la primera que se descubre en el interior de una escultura vallisoletana, se puede reconstruir la historia de esta pieza que hasta ahora se adscribía a "algún seguidor apreciable de Gregorio Fernández dentro de la primera mitad del siglo XV11", habiéndose señalado asimismo que el Cristo se hallaba (1976) "horrorosamente repintado".

El hecho de mencionarse en el aludido escrito una capilla y el nombre del abad de un monasterio, me hizo pensar que la escultura procederla de una institución religiosa próxima a Urueña y que probablemente habría sido trasladada a la ermita de la Anunciada, en el siglo XIX, con motivo de las leyes desamortizadoras. El nombre de Andrés Solanes, presente también en el papel localizado, obligaba forzosamente a relacionar esta obra con las noticias extraídas del libro becerro del Monasterio de la Santa Espina que le citan como autor del retablo de la capilla que contenía la reliquia venerada en aquella antigua casa cisterciense. Incluso el anotador del libro dejó apuntado que este artista era "tan sordo cuanto ágil y laborioso" y que su intervención no le reportó beneficios económicos "por ser hombre (como de buen ingenio), de condición demasiado animoso y esparcido."

En efecto en abril de 1635 se concluyo la obra de esta capilla, cuyos planos habla facilitado el arquitecto Francisco de Praves y en la que también trabajaron el rejero Pedro del Barco y Juan Lorenzo, platero responsable de la custodia en donde todavía se expone la santa reliquia. Como, sin duda, su retablo tendría una iconografía escultórica dedicada a la pasión de Cristo, cabria imaginar que en su banco se dispondría una escultura de Cristo yacente, en las hornacinas laterales del primer cuerpo, la representación de Cristo atado ala columna y del Ecce Homo, en el ático se situaría un Calvario o un Crucifijo, mientras que la Santa Espina presidiría la hornacina central de todo el conjunto.

Al saberse que en 1811 se llevaron a la vecina iglesia parroquial de San Cebrián de Mazote varios retablos procedentes de La Espina, saqueada entonces por las tropas napoleónicas, y que dos años más tarde se instaló en la misma parroquia una escultura de Cristo yacente, esta última obra "del siglo XVII, de la escuela de Gregorio Fernández, con la policromía perdida", y que asimismo a la capilla de los Ribadavia de la iglesia de Santa Maria de Villabrágima fue a parar un retablo del siglo XVIII, procedente de la Santa Espina, junto al que se encuentra una buena escultura de Ecce Homo, derivación inmediata del espléndido modelo de Gregorio Fernández, custodiado en el Museo Diocesano de Valladolid, estoy convencido de que ambas piezas son originales de Andrés Solanes y que junto con el Cristo atado a la columna de Urueña, procederán del retablo que adornó la capilla de la Santa Espina en su monasterio.

Jesús Urrea




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