Virtudes: La caridad
Una franja horizontal en la parte superior y otra en la parte inferior, determinan un cuadro central. Sin embargo, no alberga una escena, sino tres a modo de retablo; su calle central, más ancha que las laterales se cierra por arriba en arco de medio punto, que se introduce en la franja superior, restando un poco de espacio al dibujo contenido en ella.
1. La franja superior representa a Dios en su gloria. No aparece la representación de la Trinidad; únicamente una figura que podría identificarse con el Padre Eterno, o simplemente con Dios, sin más. Está rodeado de mandorla, en la que están inscritas unas cabezas de angelitos. A derecha e izquierda es adorado por una serie de personas salvadas, entre las que se identifican un fraile, un rey, un obispo, un labrador; una de las personas que no tiene identificación por su quehacer es de raza negra. Por encima de ellos sobrevuelan un par de ángeles.
2. En la parte media, que imita al retablo aludido, en la calle central aparece la alegoría de la caridad, como una matrona, que tiene en brazos a un niño pequeño, y a su vera otro niño más mayor. Sobre el arco que envuelve su cabeza aparece escrito en latín: “Charitas”.
3. En el dibujo de la izquierda aparece un fraile franciscano que contempla el crucifijo que tiene en sus manos. La explicación al pie matiza que se trata del propio Francisco de Asís: “San Francisco de Asís por Dios lo deja todo”.
4. El dibujo de la derecha tiene la representación de una santa carmelita, identificada con Teresa de Jesús, que está hablando con Jesús niño. La explicación del pie de la lámina explica el sentido: “Santa Teresa de Jesús y Jesús de Teresa”, dato no histórico, pero repetido como si lo fuera.
5. La franja inferior muestra una sala amplia de un hospital en la cual dos religiosas de las hijas de la caridad van de una cama a otra atendiendo a los enfermos. Su dedicación a cuidarlos es una muestra de la caridad a que alude el nombre de su instituto.
Es preciso traer a la memoria el dibujo que aparecía en la parte superior de la lámina 33. En el mismo aparecían las tres virtudes cardinales, fe, esperanza y caridad, con la leyenda “Major horum charitas”. Esto aparecía cuando estaban juntas las alegorías de las tres virtudes. Sin embargo, al presentar en tres láminas diversas cada una de las tres virtudes, ha quedado relegada al olvido la sentencia que las jerarquiza en orden de importancia, porque la fe terminará por desaparecer y la esperanza quedará saciada, mientras que el amor, una vez salvados, subsistirá en el amor a Dios.
Luis Resines