Sacramentos: Extremaunción
Distribuida en cuatro escenas, la primera aparece a todo lo ancho en la franja superior. Después se divide en vertical, en dos zonas con anchura desigual, más ancha la de la derecha, alberga una sola escena, mientras que la de la izquierda está subdividida en dos.
1. La escena grande, a la derecha y abajo, es la principal y primera de la lámina. Representa al apóstol Santiago llevando a cabo la unción de enfermos que él mismo recomienda en su carta (St. 5, 14-15). La persona que le ayuda también lleva bordada sobre el vestido una cruz (láminas 43 y 53). Sobre la cabecera del enfermo aparece pintado en la pared el crismón, remoto signo cristiano, que el dibujante sitúa aquí. Hay un catalanismo evidente en el pie explicativo de la lámina: “San Jaime dando la extremaunción”. La tradición catalana le ha designado preferentemente como Jaime (o Jaume), mientras la tradición castellana ha empleado de forma unánime el nombre de Santiago.
2. El cuadro de la franja superior muestra, en continuidad, al sacerdote administrando la unción de enfermos a un obrero herido al pie del andamio, en presencia de otras personas (¿familiares?).
3. El dibujo cuarto (que recuerda el cuadro 3 de la lámina 50) muestra el cuerpo de un enfermo y el lugar preciso en que se deben realizar las unciones, con la finalidad didáctica de que se aprendan bien, y los asistentes a la catequesis puedan colaborar al tener que intervenir en la celebración del sacramento.
4. Con la misma finalidad didáctica, aparece lo que es necesario preparar para la celebración: un crucifijo, el óleo, y unos trozos de algodón. (Parece que no se da por sentado que el óleo lo lleva al domicilio el sacerdote celebrante, pero no se podía omitir al señalar todo lo necesario para el sacramento).
Luis Resines
Historicista, doctrinal y didáctica es la composición y desarrollo del tema, como corresponde a la cultura epocal en que se manifiesta Dionisio Baixeras. Con economía expresiva representa unas escenas cuya diferencia de tamaño no es casual. Destaca al apóstol Santiago dando la extremaunción a un enfermo, en una estancia presidida por el “crismón”. En otra escena, situada en el presente, un sacerdote lo hace a un trabajador en peligro de muerte al caer de una obra.
La sobriedad del lenguaje plástico coincide con la claridad del mensaje. Con la “Unción de los enfermos” o “Extremaunción” el sacerdote aplica ritualmente el óleo y ora por la salvación del alma, y quizás del cuerpo. Es uno de los siete sacramentos, precisados por el Concilio de Trento como institución de Jesucristo. Según la definición tridentina, la Epístola de Santiago (5, 13-16) expresa la promulgación de este sacramento, por lo que su presencia en el cartel resalta la condición apostólica de la extremaunción, cuyo carácter sacramental negó el modernismo reduciéndole a mera práctica piadosa, opinión condenada por Pío X.
Salvador Andrés Ordax.
Catedrático de Arte. Universidad de Valladolid