Tercer mandamiento: Acuérdate de santificar las fiestas
Lámina dividida en cinco cuadros; los dos primeros relacionados entre sí.
1 y 2. Aunque separados, el dibujo presenta lo prohibido y lo permitido los días de fiesta. En el primer cuadro, a la izquierda, mientras otras personas acuden a la iglesia, una familia está trabajando, ostensiblemente y escandalizando a los demás; en la planta baja, en la forja; en el piso superior, en la costura. En claro contraste, el cuadro paralelo muestra lo que está permitido, y otra familia se entrega al ocio, al entretenimiento, a la lectura. De nuevo, bien y mal contrastados.
3. El dibujo central, más grande, muestra el interior de una iglesia, en que se está celebrando la misa. Se puede establecer el contraste con la lámina 27, en que había ausencia total del pueblo. En esta ocasión, el pueblo es el que está más visible al espectador; al fondo se perciben varios actos de cultos simultáneos, con arreglo a la normativa litúrgica de principio de siglo, mientras un sacerdote celebra la misa (derecha), otro está predicando desde el púlpito; a él se dirige la atención de los feligreses. De frente, otro sacerdote imparte la comunión en un altar lateral; más a la izquierda, otro atiende a las confesiones, y totalmente a la izquierda hay otro más en la sacristía. Es la forma de santificación de las fiestas, menos en el caso de una persona que duerme en el último banco.
4. Jesús está curando a un enfermo con la mano seca; la curación tienen lugar en sábado (Mt. 12, 9-13), con lo que Jesús muestra que el día de descanso está permitido hacer el bien.
5. Por último, una rara escena en que un joven, con una medalla al cuello (congregaciones marianas) está enseñando el catecismo. Lo raro es que aquéllos a quienes se dirige no son niños, sino jóvenes de casi su misma edad; también lo es que aparezca un seglar, frente a las ocasiones en que figura un sacerdote (compárese con la lámina 9, o con la lámina 65, escena 2).
Luis Resines
Desde muy pequeño, me atrajeron los viejos cartelones colgados de las paredes de las clases; en mi caso, en el colegio de las jesuitinas del viejo caserón de los Falces en Medina del Campo. Recuerdo los mapas de España y del mundo, otros con animales, con rostros de niños de diferentes razas y los dedicados a la religión y la doctrina cristiana. Entre estos últimos habría seguramente alguna serie de similares contenidos a ésta editada por José Vilamala sobre los diez mandamientos de la ley de Dios.
Concretamente, esta lámina dedicada al tercer mandamiento –”santificarás las fiestas”–, resume en cinco imágenes los aspectos más significativos del día consagrado al Señor: la escena central recoge la celebración de la misa con alusión en segundos planos a los sacramentos de la confesión y la comunión; las cuatro restantes, otros tantos motivos de reflexión acerca del trabajo, el descanso, la catequesis y la intervención sanadora de Jesús, todos ellos relacionados con el día de la fiesta dominical. Los haces de trigo y las parras con hojas y racimos que enmarcan las imágenes recuerdan el tiempo de la recogida de las cosechas, período en torno al cual se desarrollan la mayoría de las fiestas patronales del calendario festivo tradicional.
Antonio Sánchez del Barrio.
Director del Museo de las Ferias de Medina del Campo