Cuarto mandamiento: Honra a tu padre y a tu madre
Lámina con cinco cuadros.
1. Tobías cura a su padre Tobit, en presencia del ángel que le acompañó durante su expedición (Tb. 11, 11-13). Es un modelo de piedad filial, que atiende a su padre enfermo y anciano, y cumple sus deseos. Es la escena superior izquierda.
2. En la parte derecha, una escena imaginaria, en la que un rey arrodillado besa la mano del papa, sentado en su trono. La explicación del pie de la lámina lo matiza al decir: “El respeto a las autoridades eclesiásticas”. Importa dejar claro que el máximo respeto, por encima de toda otra autoridad, radica en la persona del papa. La visión de una Iglesia constituida en autoridad indiscutible y árbitro de todas las demás autoridades, late de fondo. Sin embargo, esto ya era un sueño a la hora de la confección de las láminas, porque estaba pendiente todo el contencioso de la pérdida de los Estados Pontificios, que dejaba malparada a la Iglesia en su autoridad material, como estado independiente. Había que buscar un sustitutivo en la autoridad moral.
3. La escena central representa a Jesús niño, sometido a la autoridad y disciplina de María y José en Nazaret. “Bajó con ellos, vino a Nazaret y vivía sujeto a ellos” (Lc. 2, 51). Llama la atención que el dibujante haya puesto en manos de María una cruz, que ella contempla, cuando era un instrumento de tortura que inspiraba horror.
4. El respeto al maestro está representado en el cuadro siguiente, que tiene lugar en una escuela: un niño le besa con obsequio, la mano; además, al fondo de la escuela, en la puerta, aparece el sacerdote, y otro niño se apresta a recibirle con el mismo signo de veneración.
5. La última escena, abajo a la derecha, muestra el conflicto entre un padre desalmado, que está provocando a su hijo para que pise la cruz, mientras éste se resiste, con la ayuda del ángel, que tira de su brazo, para apartarle del lugar en que está la cruz. Padre y ángel tirando cada uno de un brazo del hijo. Es la presentación de que es obligatorio obedecer a los padres, menos en aquellas cosas que se oponen a la voluntad de Dios.
Luis Resines