LOS CUENTOS Y LEYENDAS EN EUROPA

Le Petite Chaperon Rouge (suite et fin)



Caperucita Roja (continuación y final)



Caperucita Roja (continuación y final)



La madre de Caperucita estaba preocupada porque no la había visto llegar y se hacía de noche. Se puso a mirar por la ventana.
Por la mañana, el padre salió a buscarla con un buen cuchillo.
Mientras, el lobo feroz había salido de la casa y buscaba otra aventura.
“Qué bien me vendría un buen postre”, dijo al pie de un melocotonero cargadito de fruta.
“Ah, si mi compadre zorro estuviera aquí” y en ese momento apareció el zorro.
“Tú, lobo, eres fuerte. Yo me subo a tus hombros, recojo la fruta y la repartimos”.
El zorro se sube a los hombros del lobo y va comiendo los melocotones más dulces, mientras que le da al lobo los que están estropeados. Este se da cuenta de la trampa.
Entonces aparece el padre de Caperucita. El zorro huye, pero el lobo decide enfrentarse.
No veía el enorme cuchillo cuando que llevaba el hombre y cuando se lanzó sobre él quedó mortalmente herido.
“Esa vieja y esa chiquilla me han traído mala suerte” dijo antes de morir. Dentro, se oían voces muy tenues. El hombre le abrió la barriga con el cuchillo.
Y así salieron vivas y alegres del vientre del lobo Caperucita y su abuela, pues el lobo se las había tragado sin masticarlas.
Cuando se estaban abrazando apareció el Hada del Bosque, protectora de los caminantes perdidos. Los llevó en su carro por las nubes hasta su casa. La madre, que estaba en la ventana, los vio venir. Caperucita Roja aprendió que debía tener mucho cuidado.

Si bien la versión más antigua de este cuento, la de Perrault, acaba cuando el lobo se come a Caperucita, en otras colecciones aparece un final añadido. En el caso de la famosa colección de los hermanos Grimm, es un leñador quien abre el vientre del lobo, pero en otros casos la niña se salva gracias a la astucia femenina, ya sea con la ayuda de la abuela o sola. Aquí el salvador es el padre de Caperucita. En este pliego se inserta, además, un cuento de animales que narra uno de tantos encuentros entre el astuto zorro y el lobo, que siempre sale engañado.





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