El señor Coco da una vuelta para atrapar a los niños malos.
Escucha tras la puerta.
Toc toc. “¿Hay niños malos, desobedientes, perezosos, glotones o mentirosos?”
“Tenga cuidado, señorito, que el señor Coco está escuchando".
El señor Coco va a castigar a un ladronzuelo que se come los dulces.
El señor Coco desciende de repente por la chimenea.
“Vamos, vamos, rápido a la cárcel, a casa de la Señora de Coco”.
La pequeña desobediente ha abierto una caja. El señor Coco aparece; estaba escondido dentro.
“Ajá. Este dedo me dice que usted es una mentirosa”.
“El señor Coco le corta la lengua a los mentirosos”.
La señora de Coco sorprende a una niña curiosa que escucha a su papá tras la puerta.
La señora de Coco mete a las niñas guarras con los cerdos.
La señora de Coco tira por un agujero a una niña mala, incorregible.
“Ay, perdón, perdón, Señor Coco; no lo haré más, seré muy bueno”.
El señor Coco devuelve a su mamá a un niño que se ha arrepentido.