LOS CUENTOS Y LEYENDAS EN EUROPA

Le Petite Chaperon Rouge



Caperucita Roja



Caperucita Roja



Había una vez una niña a quien su madre había hecho una caperuza roja que le sentaba tan bien que todos la llamaban Caperucita Roja. Un día su madre hizo pasteles y le dijo “Lleva este pastel y este tarro de mantequilla a la abuela”.
La abuela vivía en una aldea vecina y al pasar por el bosque Caperucita se topó con Compadre Lobo, que le preguntó dónde iba. Al oír la respuesta de la niña, echó a correr por el bosque para llegar antes. Caperucita iba recogiendo avellanas y se entretenía corriendo tras las mariposas y recogiendo flores para hacer un ramo.
Cuando el lobo llegó a casa de la abuela, llamó a la puerta. “Soy Caperucita”, dice. “Tira de la cuerda y la puerta se abrirá”. El lobo abrió la puerta, se lanzó sobre la abuela y se la comió de un bocado, pues llevaba tres días sin comer.
Se vistió con las ropas de la abuela y se metió en la cama tapándose bien. Caperucita llegó a la puerta y tocó. “¿Quién es?” A Caperucita le extrañó que su abuela tuviera la voz tan ronca. “Soy Caperucita, que te traigo un pastel y mantequilla”.
Esta vez el lobo cambió la voz al decir “Tira de la cuerda y la puerta se abrirá”. Caperucita entró. El lobo se tapó más con las mantas. “Deja las cosas en el cesto y métete en la cama conmigo”.
Caperucita se desvistió y se metió en la cama. Vio que la abuela tenía la piel peluda y áspera como un cepillo.
“Abuelita, qué brazos más grandes tienes”. Son para abrazarte mejor”.
“Abuelita, qué piernas más largas tienes”. Son para correr mejor”.
“Abuelita, qué orejas más largas tienes”. Son para oír mejor”.
“Abuelita, qué ojos más grandes tienes”. Son para ver mejor”.
“Abuelita, qué dientes más largos tienes”. Son para comerte mejor”.
Y diciendo esto, el lobo feroz se la comió de un bocado.

El cuento de Caperucita Roja (ATU 333) es uno de los más populares en Occidente. Apareció por primera vez en la colección de Charles Perrault, Contes de ma mère l’Oye (cuentos de mamá oca, 1697). En esta versión el cuento acaba cuando el lobo se come a la niña; este final trágico es una advertencia para que niñas y jovencitas se anden con cuidado.





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