El conde Sigfrido de Tréveris tenía a una mujer virtuosa y hermosa que se llamada Genoveva, con quien vivía feliz. Un rey moro que venía de España atacó Francia y amenazó las tierras de Tréveris. El rey Marcelo llamó a todos los príncipes y condes vasallos, y entre otros, llamó a Sigfrido. Éste se despidió de su esposa, la recomendó a su fiel servidor Golo, y marchó cabalgando con pesadumbre, sin saber que su mujer estaba encinta.
El mal llenaba el corazón de Golo, que puso los ojos sobre su ama intentando seducirla, pero ella lo regañó con palabras duras y le recordó la fidelidad que le debía a su señor. Las amenazas de la condesa de avisar a su marido, hicieron que el infiel servidor buscara vengarse. Entre los servidores del castillo había un cocinero llamado Dragón, que era fiel, piadoso y hábil. El malvado Golo sospechó que la condesa tenía un afecto criminal hacia este criado y los metió en un calabozo del castillo. Allí, sin ayuda, la noble mujer dio a luz a un niño a quien Golo le negó el bautismo. Golo envió una carta al conde describiendo la infidelidad de su mujer. El conde creyó lo que decía el villano y ordenó que se mataran al cocinero y al niño de inmediato y que encarcelara a su esposa hasta su regreso.
La condesa dejó en su cuarto una carta escrita al conde contándole lo sucedido. Al día siguiente, Golo mandó a dos criados que llevaran a la condesa y su hijo al bosque, que los mataran y que trajeran los ojos de ella como prueba. Pero los criados se apiadaron de ellos, mataron a un perro, le sacaron los ojos y así engañaron a Golo.
La mujer huyó por el bosque y encontró refugio en una cueva, pero al no encontrar comida, estaban a punto de morirse de hambre. Entonces apareció una cierva que se quedó con ellos alimentándolos con su leche.
Durante siete años vivió la condesa con su hijo en la cueva.
Cuando el conde regresó de la guerra, se entristeció al saber que habían ejecutado a su mujer. Un día encontró la carta que ella había dejado en su habitación y sintió más pena aún. Entonces se fue de caza y al perseguir una cierva llegó a la cueva. Allí encontró a su mujer vestida con pieles. Llevaron a la condesa y a su hijo al palacio en una litera y el conde ordenó ejecutar a Golo por su maldad.