LA RELIGIOSIDAD POPULAR

La Preciosa Sangre de Cristo de San Salbador del Verde



Estamos en la estación de Ferrocarril con nombre de Calpulalpan (Tlaxcala). Sin tener conocimiento del argumento ya se ven los protagonistas: dos hombres con aire de niños, mal vestidos, sus sombreros en mano delante de 33 soldados visibles, todos formados, cada uno con un rifle. La postura de cada uno, es distinta. Se distingue el jefe de cada grupo. Y hay dos jefes que son más jefes todavía: uno con un sable que apunta con su dedo a los aparentes malhechores, y otro teniendo su rifle en una postura bastante amenazante, al lado de la puerta. Todos tienen -para resaltar más su poder- los sombreros puestos.

¡Y llega el tren! con dos locomotoras con sus números (70 y 63) y los iniciales F.C.I. = Ferrocarril I y un vagón a medias. El exagerado volumen de vapor da la sensación de un tren en pleno movimiento. Se puede suponer la técnica de una locomotora que con su tamaño y su fuerza es suficiente para impresionar un escuadrón armado hasta los dientes. Y de estas locomotoras hay dos a la vez. Es decir más que suficiente para salvar a los dos prisioneros. Hay que realizarlo: ¡Dios salva aquí mediante la técnica! La estación se presenta bien equipada: tiene una casita para las herramientas, un edificio que es la estación, una señal y una reja para la entrada y salida de los viajeros. El andén, las casas y el tren tienen una enorme plasticidad.

Muy bonito y paralelamente dramático es el paisaje. Fácilmente nos podemos imaginar que el Cristo apareció con truenos y relámpagos. Las nubes oscuras hablan de una tormenta y resaltan más la aparición de la imagen invocada. Calpulalpan además está cerca de una sierra como nos sugieren los cerros y las montañas en el fondo.


Votos y promesas

Leyenda: «El Dia 18 de Abril del año de 1918 fuimos aprendidos por calumnias en el pueblo de Españita y remitidos a Calpulalpan para ser ejecutados por las tropas constitucionalistas. Andres Rojas y Fortino hernandes. y allandonos en este peligro ynbocamos á la Preciosa Sangre de Cristo de San Salbador el Verde y abiéndonos echo el milagro De quedar en libertad dedicamos el precente».





Exposición