LA RELIGIOSIDAD POPULAR

Las Arma Christi



Cuadros de devoción, medallas y objetos de uso cotidiano se decoran con los Arma Christi. Paralelamente a la interpretación artística de los crucifijos, de la que se desprende la respectiva orientación teológica, también las Arma Christi se entienden inicialmente como "signos de majestad" del Señor exaltado, y sólo más tarde experimentan una expansión hacia el sufrimiento del Salvador, que los convierte en "armas". Las Arma Christi, al igual que el Vía Crucis, relacionan sus representaciones con la secuencia general de la Pasión, es decir, la lista de objetos comienza con el tribunal de Pilato, mencionado en el Testamento, y termina con el sudario, del que también informan los Evangelistas. En medio, se reconocen los objetos "verdaderos" y los "encontrados" posteriormente, como la propia cruz y los clavos (ambos esenciales para la autenticidad religiosa de este tipo de cruz), la lanza, la esponja, la tabla con las 30 piezas de plata, el azote, la columna de flagelación, las tenazas, el sudario. el título de la cruz INRI (que se dice que evolucionó más tarde hasta convertirse en la doble barra), de tres a cinco dados, el martillo, el taladro, la cuerda (con la que se ahorcó Judas), la escalera, el tintero, la esfera con la hora de la muerte, el faldellín sin costuras, la túnica blanca de la burla, etc. Todos estos objetos se disponen sobre y junto a la cruz, dando lugar a una iconografía que gozó de gran popularidad en la imaginería popular hasta el siglo XIX –y en menor medida hasta nuestros días–. Desde España y Portugal, esta característica pictórica de las representaciones de la Pasión se trasladó a Sudamérica y Centroamérica, donde la imaginación desbordante de los artistas produjo ejemplos extraordinariamente ricos y asombrosos de las "Arma Christi".


Los símbolos

La necesidad de concretar los contenidos de la fe y la historia de la salvación se encuentra en todas las clases de personas y en todas las épocas. Es una necesidad que ha sido apoyada en la Iglesia católica por la mística y en la protestante -aunque en menor medida- por el pietismo, y que desde entonces se ha realizado sobre todo a través de la imaginería popular. La tensión resultante entre la doctrina dogmática y la práctica devocional imaginativa es conocida en todas las religiones y es, con razón, un tema muy discutido con inquietud entre los teólogos de las más diversas orientaciones. Reflexiones que uno no debería evitar ni siquiera como etnólogo.
Christiane E. Kugel





Exposición