LA RELIGIOSIDAD POPULAR

Detentes



El Detente es un devocional —usando el neologismo que el Padre Gabriel Llompart creaba para los objetos menudos de la devoción popular— que era en ciertas épocas muy conocido y más usado todavía. El Detente clásico es un recorte de tela en que «se pinta, borda o se estampa la imagen del Sagrado Corazón de Jesús» con —casi siempre— la leyenda «detente, el Corazón de Jesús está conmigo. Venga a nos el tu reino». En algunos casos la segunda frase está sustituida por «reinaré en España», dejando hablar así al Corazón del Señor. También se conoce una tercera variedad de la última parte de la leyenda en la forma de «Sagrado Corazón de Jesús en vos confío», que por lo visto se aplicó en los años 20.

Con fecha del 14 de junio 1877 el Papa Pío IX había dado cien días de indulgencia por la frase «venga a nos el tu reino», un hecho que aparentemente tiene como base el siguiente caso de protección sobrenatural, del cual se enteró el Papa Pío IX: Un joven romano parte a la guerra en calidad de zuavo pontifico. Su madre le regala un pedazo de paño, en el cual ella había bordado el Corazón de Jesús con la cruz, la corona de espinas y las llamas. Parece que en un combate duro, de muchas pérdidas humanas por las balas, una bala fue a dar en el pecho del joven, que llevaba la insignia según el consejo de su madre. El joven soldado se salva milagrosamente. El Papa, aparte de la indulgencia, concedió una bendición especial a todas estas insignias, que llevaban su iconografía elaborada según el modelo inventado por aquella madre romana.

Eso es la leyenda que enrama el Detente. Para el Detente propiamente español, parece que nació durante las guerras Carlistas en el ejército apostólico, como signo protector sujetado en la ropa —visible o invisible— encima del pecho. Con mucha certeza sabemos que continuó siendo una defensa popular muy estimada y ampliamente difundida en los tiempos de la Guerra Civil.
Christiane E. Kugel


La protección del cuerpo





Exposición