Un violinista ciego, secundado por un perro lazarillo atento a las limosnas, desgrana unas melodías en una calle de Madrid. Probablemente no es casual que el músico se haya colocado al pie del cartel que anuncia el estreno inminente de la ópera “La Favorita” en el Real y seguramente tampoco lo es que la dama de la izquierda, a quien acompaña su marido, sienta conmiseración por el protagonista de la escena pues acaba de oír misa o va a ella provista de un elegante devocionario con cubiertas de piel.
La fotografía fue tomada por Alfonso y pertenece al fondo de José Mario Armero.