Uno de los momentos más emocionantes de la visita a la capital gala fue el homenaje tributado a Victor Hugo en su casa. En ese mismo viaje, Isabel II -a la sazón en París en el destierro- les regaló una cucharilla de plata que la familia de Pellón conservó toda la vida.
La estancia en París de los estudiantes españoles en 1878 marcó un hito para las tunas y a partir de ese momento, xilógrafos españoles, franceses e ingleses se encargaron de captar lo más característico de las agrupaciones musicales de estudiantes para ofrecerlo a los lectores de La Ilustración Española y Americana, Le Monde Illustré y publicaciones similares de Inglaterra, Alemania o Italia. Tras ese viaje inolvidable Luis siguió la carrera de las armas ingresando en el cuerpo jurídico militar en 1885 y llegando al grado de general. Foto de la Fundación Joaquín Díaz.