La familia Marazuela se deja retratar por el fotógrafo Juan Moya en su estudio, situado en la fonda de la Burgalesa, en la plaza mayor de Segovia. Probablemente estaba recibiendo ya Agapito lecciones de solfeo con Don Serafín, músico de la banda de la Academia de Artillería, y seguramente se ganaba unas perras tocando en las fondas de la capital para los clientes, acompañado a la bandurria por su padre. La afición a la guitarra de Marazuela -casi tan fuerte como su pasión por la dulzaina y el folklore- le proporcionó innumerables satisfacciones (una de ellas que llegaran a compararle con Andrés Segovia). Antes de dar conciertos como celebrado guitarrista, y por decisión de su padre, vino a Valladolid, donde recibió clases del famoso músico Ángel Velasco, viviendo primero en la calle Mantería y luego en la Plaza Mayor.
Colección María Eugenia Santos Tardón.