Mariano Fernández Santiago, El Chorrojumo (chorro de humo, porque era herrero de oficio), tocando la guitarra y acompañado por un grupo de gitanas, es captado por Charles Clifford en 1862 en el Patio de los Leones, que el fotógrafo estaba retratando por encargo de Isabel II. Chorrojumo se dejó pintar y fotografiar innumerables veces por artistas y turistas atraídos por la fama del denominado “Rey de los gitanos”. También se le llamó “Señor de los bosques de Granada” y se dice que murió subiendo por el camino de la Alhambra de un infarto fulminante cuando iba a cumplir con su función de atractivo turístico.
La fotografía fue donada por el Conde de Romanones a la Biblioteca de la Alhambra en 1909 y al observarla, silenciosa y estática, parece sin embargo adivinarse el sonido de las palmas y el rasgueo de la guitarra.