Dos circunstancias hacen especial esta fotografía: la primera, que el joven intérprete está tocando una bandurria de seis cuerdas (habitualmente en la actualidad está encordada con seis órdenes dobles) y la segunda que el instrumento se apoya sobre un trípode o tripodisón. La bandurria de seis cuerdas, llamada por Baldomero Cateura mandolina en La, en su método Escuela de mandolina española, tuvo un importante impulso gracias a un discípulo de Cateura, el vallisoletano Félix de Santos (músico ciego nacido en Matapozuelos), quien elevó la técnica a los más altos niveles incorporando recursos de otros instrumentos de cuerda que también dominaba, como el violín.
El tripodisón fue inventado por Dionisio Aguado para obtener más volumen del instrumento al fijar éste en solo dos puntos y no estar apoyado sobre el cuerpo del intérprete. En la época de la fotografía se fabricaron preciosos tripodisones de estilo modernista.
