Fructuoso Bariego (1876-1959) comenzó a trabajar con el conocido fotógrafo Adolfo Miaja Eguren en el estudio que éste había montado en Valladolid, primero en la plazuela de la Libertad 13 y después en la calle Constitución número 6. Fructuoso se independizó y montó su propio estudio fotográfico en 1927 en la calle de Santiago 29 y 31 bajo el nombre comercial “Rembrandt”.
La niña que aparece en esta fotografía utiliza el piano como punto de apoyo y deja caer lánguidamente el ramillete en una postura perfectamente afectada. Fotografía de la Fundación Joaquín Díaz.