Aspecto que presentaba el antiguo Ayuntamiento de Valladolid a mediados del siglo XIX, con la torre central recién construida para albergar el reloj que antes estaba en el convento de San Francisco y que fue condenado tras la desamortización. Llama la atención la estrechez del edificio tras el cual se adivina el mercado de la red o del pescado. La costumbre de instalar tenderetes o tiendas en la plaza procede de la Edad Media y, aunque el modelo fue regulado según las épocas, los vendedores mantuvieron la tradición hasta que se construyó el nuevo edificio de la Casa Consistorial.
La que hoy es Plaza Mayor fue desde siempre lugar de reunión y especialmente de mercado o de encuentro. En ella se celebraban las dos ferias anuales más importantes y allí se instaló desde 1376 el Ayuntamiento en unos terrenos cedidos por el Convento de San Francisco, justamente enfrente de donde está ahora el edificio del Consistorio, que vino a ocupar su emplazamiento actual a partir del incendio de 1561, devorador de más de cuatrocientas casas en tres días consecutivos de aniquiladoras llamas. Valladolid debe a ese incendio, que arrasó buena parte de su trazado medieval, la renovación del centro de la población.