Cursos
En el Castillo de la Mota, en Medina del Campo, tuvo lugar durante los días 9 al 12 de julio un curso sobre Almanaques y Calendarios organizado por la Cátedra de Estudios sobre la Tradición, de la Universidad de Valladolid, en el que colaboraron la Junta de Castilla y León, la Diputación de Valladolid, la Fundación Joaquín Díaz y el Ayuntamiento de Medina.
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La palabra Almanaque sigue despertando todavía curiosidad entre los filólogos, que tratan de encontrar en ésta o aquella raíz su origen. Parece probable que el término manâh, signo del Zodíaco o lugar donde el sol descansaba doce veces a lo largo del año, fuese el étimo primero del cual derivarían luego las significaciones referentes al reloj de sol o a la climatología y su relación con la astronomía. Sea como fuere, los almanaques ibéricos comienzan a hacer fortuna en el siglo XV, con el primer Renacimiento, sobre todo a partir de la publicación en Portugal y España respectivamente de dos títulos debidos al judío Zacuto y al bachiller Hoces.
En realidad el modelo de este pequeño y útil libro, que pretendía ser un tratado abreviado de todas las ciencias e incluso hacer alguna incursión en el campo de la adivinación, venía a integrar en un solo volumen los "reportorios" (libros en que se hacía relación de sucesos históricos notables), los calendarios y lunarios (con los días del año uno por uno y sus fiestas más celebradas según las fases de la luna) y los pronósticos (con predicciones sobre el tiempo atmosférico y algún horóscopo). A partir del siglo XIX, con la apoteosis del Romanticismo y la proliferación de viajes pintorescos, los Almanaques añadieron a todos aquellos propósitos la nueva pretensión de servir de guía y proporcionar datos estadísticos sobre personas, lugares y monumentos.
Uno de los Almanaques más populares, editado y reeditado siglo tras siglo, fue el de Jerónimo Cortés, titulado Lunario y pronóstico perpetuo. Entre los profesores de este curso estuvieron Manuel Toharia, Anastasio Rojo Vega, Jean François Botrel y Francisco de la Plaza. Se llevó a cabo una exposición sobre Almanaques en la Casa de Cultura de Medina del Campo coincidiendo con el curso.
-Reunión sobre arquitectura popular, paisaje y turismo en Urueña. Con algunos de los mejores especialistas en dicha temática. El grupo de Urueña se reunió en torno a temas de patrimonio popular y conservación del paisaje.
Exposiciones
Se abre en los primeros días de julio y hasta septiembre la exposición "El tiempo es oro", basada en el mundo de los Almanaques, reportorios y horóscopos perpetuos. Una serie de paneles y libros muestra, en la sala de exposiciones Mercedes Rueda, el interés, desde el primer Renacimiento, por integrar al individuo en el universo relacionándolo con los astros y la naturaleza. Los Almanaques fueron, durante siglos, la biblioteca principal de los hogares rurales, al contener consejos para el agricultor o el ganadero, así como calendarios para el año en curso y los que habían de venir.
Conciertos
-Este año se celebró un solo concierto en la iglesia de la Anunciada el día 28 de julio, domingo, a las doce de la mañana, a cargo del grupo de música barroca "La Folía" dirigido por Pedro Bonet. El concierto se basó en el repertorio barroco que versa sobre la imitación del canto de los pájaros y los sonidos de la naturaleza.
Publicaciones
-2 CD`s más de la colección La música popular escrita en España.
Se realizó la grabación, en el estudio de Luis Delgado, del disco titulado Cantos populares españoles, selección del cancionero del mismo título editado en Sevilla en el año 1888 por Francisco Rodríguez Marín. Es el número 2 de la colección "La Música Popular escrita", que inició la Fundación el año 2001 y que prevé más de 14 títulos. Intervienen en el disco Joaquín Díaz, Javier Coble, Diego Galaz, Elena Casuso y Maite Bajo.
-CD sobre la música religiosa popular en los ciclos litúrgicos.