Es San Genaro patrono de Nápoles, donde según la tradición fue ordenado martirizar por Diocleciano, aunque algunas fuentes sostienen que fuese en Pozzuoli. En cualquier caso, Genaro fue arrojado a un horno encendido, del que salió indemne. Luego fue echado a la arena de un anfiteatro entre leones, que le respetaron y se amansaron ante él, y finalmente fue degollado junto con otros compañeros, según relata el martirologio atribuido a San Jerónimo.
CREENCIAS
Aunque San Genaro es conmemorado por su martirio, en el que le acompañaron sus discípulos Sosio, Festo, Próculo, Desiderio, Eutiquio y Acucio, la fama la tiene porque cada 19 de septiembre se espera que los restos de su sangre, que se conservan en una ampolla, se licúen cuando son acercados al cráneo del santo. Todos los napolitanos esperan ansiosamente el hecho extraordinario que no ha podido explicarse científicamente nunca. El patronazgo del santo incluye la protección en la que tiene a la ciudad de las erupciones del Vesubio.