Fue Susana una noble romana que murió degollada en tiempos del emperador Diocleciano. La hija de éste, Valeria, había casado con Maximiano, a quien el emperador -por ser yerno y ahijado suyo- nombró como uno de los tetrarcas que controlarían el imperio. Sin embargo, al morir Valeria, Diocleciano quiso que su yerno tuviese por esposa a Susana, para lo cual envió como embajador a Claudio, pariente del emperador, a quien Susana no sólo convenció de la inutilidad de su propuesta al ser ella cristiana y entregada a Cristo, sino que le convirtió a su propia fe. Lo mismo sucedió con un hermano de Claudio, así que finalmente el emperador encargó a un oficial de su confianza, Macedonio, para que tratase de mudar la voluntad de la joven. Al no poder convencerla ni con ruegos ni con tormentos, Diocleciano ordenó que decapitasen a Santa Susana, hecho que sucedió, según la tradición cristiana en el año 295.
< Santa Susana en la edición de 1883, publicada en Londres y Dublín, de The Lives of the Saints, de Alban Butler
CREENCIAS
Martin Carrillo en sus Annales y Memorias Cronologicas (1620) escribe que Serena, que había sido mujer de Diocleciano, fue la encargada de recoger el cuerpo de Santa Susana y darle sepultura, por lo que fue después martirizada también.