Algunos textos califican a Juan de Fidanza, que en religión recibiría el nombre de Buenaventura, como el segundo fundador de la Orden de San Francisco. Desde los veintidós años en que ingresó en la Orden hasta el último momento de su vida dedicó todos sus esfuerzos a conciliar posturas entre los partidarios de la antigua regla y los que propugnaban una relajación en las estrictas normas. Buenaventura fue nombrado General de la Orden con solo 35 años pero hasta el momento de su renuncia luchó por crear una vía inspirada en la fe y el sentido común. Los enemigos de la influencia de las órdenes mendicantes en la Universidad de Paris, entre los cuales el más importante fue Guillermo de Saint Amour, le procuraron numerosos quebraderos de cabeza y probablemente alguna cuestión de conciencia ya que lo que defendían los profesores parisinos estaba basado en un criterio profesional de la enseñanza, distante de la obediencia ciega a los Papas. Murió San Buenaventura en 1274 tras haber alcanzado las dignidades de Obispo de Albano y cardenal.
ENLACES
Conflictos corporativos e intelectuales
ArteHistoria