Se cree que San Juan, llamado “de la escala” o Clímaco (de la palabra griega “climas”, palabra clave de su tratado titulado “Escala para subir al cielo”) murió el 30 de marzo del año 649 cerca del monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí, del que había sido abad y en el que entró muy joven. El abad Martirius le eligió como discípulo y con él estuvo más de quince años. Se retiró posteriormente a Tola, un lugar aislado a unas tres leguas del monasterio, donde se dedicó a la oración y donde, de vez en cuando recibía visitas de otros monjes que acudían a consultarle. Allí le sobrevino la muerte a mediados del siglo VII y tras su fallecimiento se escribieron algunas notas sobre su vida siendo la más conocida la biografía titulada "Vida", del monje Daniel. A juicio del papa Benedicto XVI, la Escala “constituye sin duda el más importante tratado de estrategia espiritual que poseemos” calificando el texto como muy positivo ya que de él podemos deducir que las pasiones no son malas en sí mismas sino por el uso desviado que de ellas se pueda hacer.