Victoriano fue, según los escasos testimonios que se conservan, procónsul de Cartago en tiempos del rey Hunerico, quien le nombró para el cargo mostrándole su confianza. Poco después, sin embargo, y en un momento en que las disputas entre arrianos y cristianos se recrudecieron, Hunerico demandó de él una serie de muestras públicas de reconocimiento del arrianismo a las que Victoriano o Victorino se negó rotundamente, sufriendo por ello el martirio.