Se suele llamar a este Santo Valentín de Viterbo, para distinguirlo del obispo San Valentín de Terni, cuya fiesta es celebrada el día 14 de febrero. Hay pocos datos históricos y aun legendarios sobre su vida pero desde el momento en que se supone que recibe martirio y particularmente desde que se edifica una iglesia en Roma que se pone bajo su advocación, ha existido un culto al santo. Se dice que fue arrojado al Tíber en tiempos de Maximiano junto con otro compañero, San Hilario, que era diácono en Viterbo, y que fueron salvados milagrosamente por un ángel, aunque no se libraron de la posterior degollación que ordenó el gobernador, por lo que se le representa con la palma del martirio.