La vigilia de la Epifanía (de epi -sobre- y fanos -aparición-) conmemoraba la víspera de que se produjeran cuatro hechos en la vida de Jesús de gran importancia: la adoración de los magos, el bautismo de Jesús, la transformación del agua en vino y la multiplicación de los panes y los peces. San Jerónimo escribía, sorprendido por las paradojas que se mostraban en esa Epifanía:
"Contempla la cuna de Cristo y eleva al mismo tiempo los ojos al cielo: ¿qué adviertes?
Que el Niño está llorando mientras que los ángeles cantan.
Que Herodes lo persigue mientras que los magos le adoran.
Que los fariseos pretenden ignorar su existencia pero la estrella proclama su nacimiento.
Que recibe el bautismo de manos de un inferior mientras que en las alturas resuena la voz de Dios.
Que se sumerge en las aguas pero sobre él desciende una paloma, o mejor dicho el Espíritu Santo en forma de paloma".
CREENCIAS
La costumbre de que los niños reciban juguetes la noche previa al día de Reyes es muy antigua y se basa en las ofrendas que éstos aportan al Niño en el portal. Algunas interpretaciones explicaban que por ser rey, por su majestad divina y por su naturaleza humana le habían sido ofrecidos el oro -metal usado para pagar los tributos-, el incienso -usado en los sacrificios- y la mirra -que se utilizaba para ungir a los muertos-.
Basilio Sebastián Castellanos recuerda en varias ocasiones descripciones que distintos escritores e historiadores hicieron de las fiestas organizadas por chinos y persas para "darse el año nuevo"; esos buenos deseos augurales, normalmente se hacían extensibles al soberano, a quien se le rendía homenaje y quien, a su vez, repartía pan entre sus magnates después de haberlo probado él mismo; el propio Castellanos, sin embargo, advierte que el origen más cercano del aguinaldo parece estar en costumbres romanas atemperadas después por la Iglesia y por el uso, que vino a cubrir el sedimento pagano con la sobrehaz de la amistad y del regalo generoso. Juan de Salas Calderón observa similitud entre esta costumbre y las fiestas saturnales romanas, instituidas por Jano en honor de Saturno y fijadas por Numa Pompilio en diciembre con gran aparato y abundancia de regalos. Castellanos, no obstante, rechaza tanto esta posibilidad como la de que el aguinaldo tuviese su origen en el regalo que Rómulo ofreció a Tacio, consistente en una rama del bosque de la diosa Strenia, y que éste tomó como buen agüero, poniendo a la diosa a partir de ese instante como la inspiradora de los regalos inesperados, llamados desde entonces "estrenas".
EXPRESIONES
La palabra aguinaldo tiene una etimología confusa, aunque la opinión más verosímil parece ser la ofrecida por Corominas (Diccionario) siguiendo a Skeat, cuando hace derivar el término de "hoc in anno" (en este año), lo que explicaría su presencia tanto en el vocabulario galo como en el castellano; otras opiniones lo hacen provenir del francés "aguilanneuf" que a su vez estaría basado en la expresión "le gui l''an neuf" (el muérdago de año nuevo); hay quien supone que viene del celta (eguinand) o del bretón (eginad), ambos con la raíz de "comienzo".
Covarrubias, por ejemplo, ofrece cinco posibilidades distintas: dos latinas (xenium y "a glandibus"), hebrea (hagnahal), árabe (ganeye) y griega (guinomai). En cualquier caso, la palabra está fuertemente arraigada y no tiene un sentido unívoco, sirviendo para designar: 1.algo que se pide; 2. la fórmula recitada o cantada con que se pide; 3, algo que se da como regalo. El sentido más profundo parece estar en esa relación humana (de amistad o de servidumbre) que se establece en una fecha determinada -generalmente cabo de un año y principio de otro- que ha quedado establecida por la tradición en el ciclo de Navidad (24, 28 o 31 de diciembre y 5 de enero). Esos momentos eran elegidos, por niños y mozos sobre todo o por miembros de cofradías, para solicitar con canciones algún regalo o comida de sus convecinos; aunque deriven del mismo origen, poco tiene que ver esta actitud con la exhibida por algunos profesionales de determinados servicios que se lanzaban de puerta en puerta a reclamar un aguinaldo con la excusa de una felicitación; contra esta costumbre viciada se alzaron, con poco éxito, algunas normas y ordenanzas. Fermín Abella (Manual) abogaba por prohibirla expresamente, reservando el derecho de pedir sólo "a los niños y como vía de limosna a los pobres de solemnidad". Estos abusos, sin embargo, se apartan totalmente de la idea de generosidad compartida que pareció presidir aquellas costumbres de otros pueblos que sirvieron de base para la tradición actual.
La palabra aguinaldo con el sentido de "regalo" comienza a popularizarse en castellano en los albores del siglo XV, siendo utilizada ya por el Marqués de Santillana en uno de sus refranes: "De casa de ruyn nunca buen aguinaldo" y glosada pocos años después por Sebastián de Horozco en su "Teatro" con la forma actual de "aguinaldo". Alonso de Ledesma en los "Juegos de Noches Buenas a lo divino", a comienzos del siglo XVII ya desvela el contenido de alguna de esas cancioncillas con que amenizaban la petición de aguinaldo los niños: "Aguinaldo aguinaldo, que Dios nos dé buen año", o "Estas puertas son de pino...", o "Estas puertas son de acero y aquí vive un caballero", o las que aludían a la solicitud de permiso para entrar en la casa pidiendo la apertura de las puertas, estrofas que han llegado a nuestros días con idéntica función, más algunas otras que mencionan la red o redecilla que ha de echarse "por encima de San Simón" para que la niña que vive dentro de la casa saque voluntariamente la comida solicitada, o alguna, en fin, que menciona el cuchillo con que van a partir aquella parte de la matanza que los cantores piden en sus versos. Por lo general -y aunque no suele ofrecer una estructura musical ni literaria específica- la canción tiene tres partes: Petición de permiso para cantar, que se inicia con alguna de las fórmulas mencionadas ("estas puertas son ..."); desarrollo de alguna copla o texto narrativo tipo romance, con un apéndice final en que se demanda aguinaldo, aunque sea poco, y, finalmente, la despedida. Naturalmente, por la fecha del año en que se hace la cuestación, lo recolectado por los cantores (niños o quintos, por lo común, según se ha dicho) suelen ser productos de matanza, huevos o frutos secos:
En el nombre de Jesús | Alegría, caballeros |
AUDIO
Víspera de reyes de Fornillos de Fermoselle (Zamora).
Cantado por Adolfo Álvarez de 82 años.
Recopilado por Victor Casas, Mercedes Sánchez y Carlos Porro el 2 de septiembre de 2005.
Víspera de reyes de Rebanal de las Llantas (Palencia).
Grabado por Carlos A. Porro en agosto de 1998.
FIESTAS
Una costumbre popular que tuvo mucho arraigo en algunas ciudades españolas durante siglos y que requería una escenografía particular era la de "esperar a los reyes". Por decirlo de alguna manera, lo importante era reunirse una serie de personas, una especie de comparsa, y pasarlo bien la noche de reyes. La tradición consistía en buscar una escalera de mano de madera, en la cual se iban subiendo alternativamente todos los integrantes de la comparsa, la cual escalera era sujetada por uno del grupo al que llamaban Maroto. Es bien sabido que de esta forma se llamaba a los locos o tontos y en particular a las dobles caretas ensartadas en un palo con las que a veces se salía en Carnaval. Cuando uno del grupo se subía en lo alto de los peldaños, esgrimía un catalejo hecho de cartón y gritaba: "Los reyes vienen por...tal calle". Y allí iban todos bebiendo y cantando. Cuando llegaban, era otro el que se encaramaba y decía la misma frase. Como podrá suponerse, sólo los hígados de hierro y las cabezas de hielo podían aguantar al final este errático callejear por toda la ciudad.
En Serrada (Valladolid) todavía se celebra en la víspera de Reyes una fiesta de aguinaldo, denominada de aguinaldos y sartenes en la que, siguiendo antiguas costumbres, los mozos rondaban a las mozas. Por su paralelismo con otras fiestas similares de la Comunidad de Castilla y León podría haberse tratado en principio de un emparejamiento entre jóvenes del lugar que antiguamente se hacía por sorteo. Esa rifa se celebraba en el bar de la localidad y solía servir para ir "casando" a los mozos libres con las mozas libres. Después, encabezados por el "rey de mozos" o presidente y por el más joven de la cuadrilla, se iban a rondar a las mozas que habían entrado en el sorteo, cantándoles coplas. Finalmente, con lo que se sacaba --los "capitanes" llevaban un saco para echar el arroz o el trigo" y una bandeja- se hacía una merienda en las sartenes (arroz con torreznos, generalmente) que se preparaban en unos fuegos que previamente se habían encendido y que probablemente provendrían de la costumbre de prender hogueras en la vigilia de Epifanía. Las canciones que todavía se cantan en Serrada tienen mucho que ver con un tipo de aguinaldo que aún se conserva en muchos lugares con un sentido petitorio:
Denos aguinaldo señora
en el nacimiento del Hijo de Dios
que Dios se lo dé
para poderlo dar
antes de las doce
a Belén llegar...
ENLACES
CREENCIAS Y RITUALES ASOCIADOS AL CICLO VITAL EN LA HUEBRA (SALAMANCA): MOCEDAD, NOVIAZGO Y MATRIMONIO
Revista de Folklore nº 116
LA POSTULACIÓN DE LOS AGUINALDOS UNA COSTUMBRE POPULAR
Revista de Folklore nº 158
LAS SOCIEDADES DE MOZOS
Revista de Folklore nº 136