De nuevo un rey cazador, en este caso Sancho III, interviene en la vida de un santo. En la presente ocasión fue la actividad cinegética real -la persecución de un jabalí- la que permitió al monarca encontrar en un bosque los restos de una capilla visigótica que contenía las reliquias de San Antolín, que habían sido traídas hasta allí en tiempos de Wamba. El rey Sancho mandó que se restaurase la iglesia y él mismo asistió a la inauguración del templo reformado. La tradición cuenta que San Antolín era un príncipe visigodo, sobrino de Teodorico, rey de Toulouse, quien, al quedar huérfano Antolín, quiso educar a su sobrino en su propia religión, cosa que Antolín no aceptó al haber sido adoctrinado por sus padres como cristiano. Huyó el santo de la persecución del rey y se hizo eremita en Salerno. Fue ordenado diácono y regresó a su tierra a predicar después de casi dieciocho años, provocando las iras del nuevo rey Gesaleico. Fue finalmente éste quien determinó martirizar al santo y a otros compañeros cristianos decapitándolos y arrojando al río Aregia sus cadáveres. Según la costumbre de los primeros siglos de la Iglesia, se recuperaron los cuerpos y se guardaron cuidadosamente, trasladándose después parte de las reliquias cuando el rey Wamba, que había subido hasta Narbona para atender a la sublevación de varios de sus nobles y obispos, trajo algunos restos del santo. Todos estos detalles y otros fueron contados en la Historia excellentissimi regis Wambae por San Julián, obispo de Toledo, quien precisamente se había distinguido en la tarea de desalojar del trono a Wamba por haber menoscabado éste su poder y haber creado otro Obispo en la ciudad.
CREENCIAS
La leyenda que describe la recuperación de los restos de San Antolín está ligada a la vida de Sancho III el Mayor. Persiguiendo el rey un día a un jabalí, entró en una especie de cueva donde el animal quedó atrapado. Cuando el rey se hallaba a punto de herirlo con el venablo, perdió la fuerza en el brazo y se le quedó inmóvil. Pensó que algo maravilloso sucedía en ese momento y en ese lugar, y mandó averiguar qué podía ser. Al hacer una pequeña excavación encontraron los restos de la capilla y el rey prometió que si recuperaba la movilidad del brazo restauraría el lugar y le devolvería al culto.
GOZOS DE SAN ANTOLÍN PATRÓN DE PALENCIA
Pues en el cielo elevado | Después del séptimo día |
FIESTAS
Es fiesta local en:
Palencia
Aldea de San Esteban (Soria)
Medina del Campo (Valladolid)