Ignacio o íñigo de Loyola fue hijo de Beltrán Yáñez, señor de Loyola, quien encomendó su educación a Juan Velázquez, Contador Mayor y una de las personalidades más respetadas e influyentes en la época de los Reyes Católicos. Velázquez, que vivía en Arévalo, crió a íñigo como si fuese un hijo más -algunos de los que tuvo fueron pajes de los Reyes-, y es lógico pensar que el joven de Loyola acompañase a la familia Velázquez cuando tenía que seguir a los monarcas. La caída en desgracia de Velázquez con Germana de Foix -tal vez por razones poco claras habidas con la esposa del propio Velázquez, que había sido camarera de la de Foix-, llevaron a Ignacio de Loyola a servir al Duque de Nájera a quien siguió desde entonces hasta el sitio de Pamplona por los franceses en 1521, en el que cae malherido de un disparo. A los 30 años, sin posibilidades de continuar una carrera militar, Ignacio de Loyola transforma su vida, se va a Manresa y se dedica al estudio y a la oración. Poco después funda la Compañía de Jesús, confirmada en 1540 por el Papa Paulo III y que se convertiría en una de las órdenes más influyentes de la cristiandad, siempre trabajando bajo el lema ignaciano "a mayor gloria de Dios".
EXPRESIONES
Fundador sois Ignacio y general de la compañia real
que Jesús con su nombre distinguió
la legión de Loyola con fiel corazón
Sin temor enarbola la cruz por pendón
Lance, lance a la lid fiero Luzbel
a sus monstruos en tropel
De Luzbel las legiones se ven ya marchar
y sus negros pendones el sol ha de enlutar
Compañia de Jesús corre a la lid, a la lid,
del infierno la gente no apague su ardor
que ilumina la frente de Ignacio, el valor
y a voces escúchanse de tropas bélicas
y lanza sus lábaros en la batalla campal
fiel presagio, del auro bélico y de la paz
del auro y de la paz.