Clotilde fue reina de los francos y nació en el 474. Fue hija de Chilperico II, rey de Borgoña que tenía su corte en Lyon y que se había mantenido católico, al contrario que alguno de sus hermanos, como Gundebaldo, que se había convertido al arrianismo. Clotilde fue educada en el cristianismo por su madre Caretena pero según algunas crónicas no históricas fue encerrada en una torre por su tío Gundebaldo que había asesinado a su padre. Esas crónicas relatan que el rey Clodoveo, que quería desposarse con la hija de Chilperico, encargó a su amigo Aureliano que visitara disfrazado a Clotilde, que pese a estar encerrada hacía obras de caridad y recibía a peregrinos, y le entregara un anillo en señal de compromiso. Gundebaldo tuvo que aceptar la petición de Clodoveo y pronto Clotilde quiso convertir al rey al catolicismo, cosa que tardó en lograr. Tras la muerte de su primer hijo, hecho que Clodoveo atribuyó a haber sido bautizado, llegó un segundo varón, Clodomiro, que creció fuerte y sano. Clodoveo fue bautizado finalmente por San Remigio y murió en el 511 en Paris. Clotilde se retiró a un monasterio en Tours donde murió el 3 de junio del 545.
EXPRESIONES
Durante mucho tiempo circuló por España en pliego de cordel la "Historia verdadera de la conversión del reino de Francia a la fé de Jesucristo por Clotilde y Clodoveo, sacada del Cronicón manuscrito de Francia y varios historiadores notables". La imprenta Santarén de Valladolid la publicó en 1850. |