Nació Pedro en Valladolid en una familia judía probablemente convertida al catolicismo. De muy niño fue "reclutado" por Fray Pedro de Villacreces, el fundador de un estricto eremitorio -el de Domus Dei, en la Aguilera, cerca de Aranda de Duero-, donde junto a otros niños se educó en el rigor y en la oración. Posteriormente el propio Pedro Regalado -o Pedro de la Regalada, como también se le denomina en diferentes escritos por llamar así a su madre- se encargaría de éste y otro eremitorio cercano a Valladolid -el del Abrojo- dedicándose a practicar obras de caridad según la norma franciscana. A su muerte fueron los propios habitantes del medio rural cercanos a esos eremitorios quienes se encargaron de difundir y magnificar los hechos extraordinarios que sucedieron en su nombre y que condujeron al cabo de unos años a considerar al santo vallisoletano como un buen patrono para la ciudad. En cualquier caso, también personas importantes, como la reina Isabel, se acercaron a comprobar las cualidades excepcionales del Regalado y, habiendo confesado la reina su interés por poseer una reliquia, se desenterró el cuerpo y se le cortó una mano de la que salió sangre. Con éstos y otros precedentes, en 1747 se le declaró patrono de la ciudad de Valladolid.
CREENCIAS
Entre los milagros que se atribuyen a Pedro Regalado está, probablemente como el más famoso y el que le convirtió en patrono de los toreros, el que relata una leyenda según la cual, yendo por el campo cerca del Abrojo se topó con un toro que se había escapado y San Pedro le obligó a humillarse mansamente a sus pies. Era fama también que los desplazamientos entre la Aguilera y el Abrojo los realizaba ayudado por los ángeles que le llevaban en volandas. FIESTAS Es fiesta local en: Valladolid. Fiestas de San Pedro Regalado |