Entre los profetas menores destaca por el contenido de su libro, situado entre los textos proféticos, Miqueas. Suya es una de las más célebres predicciones, la del nacimiento de Cristo en Belén, que se puede leer en el capítulo 5:
Mas tú, Belén Efrata, aunque eres la menor entre las familias de Judá, de ti me ha de salir aquél que ha de dominar en Israel, y cuyos orígenes son de antigüedad desde los días de antaño. Por eso él los abandonará hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz.
Suyos son también unos de los versos más hermosos sobre el perdón:
¿Qué Dios hay como tú,
que quite la culpa y pase por alto
el delito del resto de su heredad?
No mantendrá su cólera por siempre
pues se complace en el amor.
Volverá a compadecerse de nosotros,
pisoteará nuestras culpas.
¡Tú arrojarás al fondo del mar
todos nuestros pecados!