Nace San Froilán en la ciudad de Lugo, en el año 833 y, no teniendo vocación para el sacerdocio, como cabría esperar en un joven estudiante de la época, prefiere la soledad del yermo, yéndose a vivir a una cueva cercana a Vega de Valcarce, en el Bierzo. Pronto, las noticias que llegan de los mozárabes y sus padecimientos en Córdoba le colocan ante la alternativa de seguir su vida de anacoreta o inclinarse hacia la predicación y divulgación de la fe. Para ello se somete a una ordalía personal en la que se introduce unas brasas en la boca sin notar la más leve molestia. Convencido de la llamada de Dios por ese camino comienza su labor apostólica que le creará gran fama, y que llega a oídos del rey Alfonso III en Oviedo quien le encarga la labor repobladora basada en la creación de cenobios y beaterios a los que se van uniendo poco a poco otros pobladores. Después de fundar San Salvador de Tábara y otro monasterio cerca de Moreruela, es nombrado obispo de León casi al tiempo que otro eremita singular, San Atilano, lo es de Zamora. Muere en el 904.
FIESTAS
Es fiesta local en:
León
Vañes (Palencia)