La historia de San Mauricio parte de una tradición transmitida de viva voz y recogida por el obispo de Lyon Euquerio. Según ese relato, el capitán de una legión procedente de Tebas se unió al ejército que iba a la Galia a combatir a Amando y a Eliano, dos sublevados contra Roma. Como siempre, el deseo del emperador Maximiano de tener controlada la religión de sus súbditos chocó con la voluntad de Mauricio y sus soldados de no ofrecer sacrificios a ningún dios que no fuese el suyo. La negativa costó la vida a la mayor parte de la legión y creó asimismo otra legión de mártires cuyos restos fueron repartidos en la época de mayor auge de las reliquias por toda Europa. A España llegaron gracias a la devoción que los tuvieron los reyes de España y al hecho de ser San Mauricio patrono de la Orden del Toisón de Oro.
Antonio Vicente Domenech, en su Historia General de los santos y varones ilustres en santidad del principado de Cataluña recoge, siguiendo a Guillermo Baldesano, el nombre de algunos de los mártires que acompañaron a San Mauricio, como Cándido, Exuperio, Moloso, Víctor, Inocencio, Vital, Antonino, Segundo, Casio, Sebastián, Crisógono, Félix, Fortunato y Aquiles, entre otros.
CREENCIAS
Las reliquias de los santos tebanos en España tuvieron diferentes emplazamientos, siendo los más conocidos Castellón, Manresa, Toledo, El Escorial y Valladolid. En la ciudad del Pisuerga, en concreto, se veneraban dos cuerpos, uno en la Catedral y otro en "las arrepentidas" o casa de la Aprobación. Sobre todo ello y muchos más extremos interesantes de la llegada de los restos de los dos cuerpos a Valladolid a comienzos del XVII, se hizo recientemente una exposición cuyo catálogo firmaron la Directora del Museo de Valladolid, Eloisa Wattenberg y Lourdes Amigo El estandarte de San Mauricio del Museo de Valladolid. Reliquias de Flandes en la Corte de España, 1604. FIESTAS Es fiesta local en: Rojas (Burgos) |