San Gorgonio es patrono de Minden, en Alemania. Su historia es conocida desde el siglo IV, aunque la relata Vorágine más extensamente en su Leyenda Dorada. Según el Obispo genovés, Gorgonio y Doroteo eran dos nobles de la corte de Diocleciano que confesaron su fe y padecieron por ello el martirio. Los verdugos colocaron a ambos santos sobre unas parrillas bajo las cuales ardían las ascuas pero ninguno de los dos sufrió el más leve dolor. Finalmente fueron ahorcados y sus cuerpos recogidos por unos piadosos cristianos que los enterraron. Las reliquias de San Gorgonio se llevaron a Roma, donde recibieron sepultura en un cementerio de la Via Labicana, y después fueron repartidas entre Gorze, en Francia, y Minden, en Alemania. Tanto la iglesia de Gorze como la catedral de Minden están consagradas al nombre del santo.