El padre Enrique Flórez en su España Sagrada hace un largo recorrido por la historia que se refiere al Apóstol Santiago, en especial la que le relaciona con nuestro país y le supone predicando en España hasta unos años antes de su muerte. Relata, siguiendo leyendas ya recogidas por Juan Beleth en el siglo XII y por Ambrosio de Morales en el XVI, los múltiples pormenores que la tradición ha conservado acerca de la traslación del cuerpo del apóstol desde Jerusalén hasta Galicia donde dos discípulos llamados Teodoro y Atanasio se encargaron de darle sepultura. Antes de ello se narran las incidencias que surgieron cuando se dirigieron a Lupa, señora del lugar y le pidieron permiso y lugar para enterrar al santo. Ella trató primero de confundirlos e impedir de muchos modos una normal inhumación pero acabó convirtiéndose por efecto de los milagros que se obraron. Tantos y tan extraordinarios fueron, que el propio Flórez declara:
Conviene a saber que no todo lo escrito se adopte sin discreción, pues, aunque la substancia sea cierta, suelen mezclarse circunstancias que necesitan examen. Pero como lo que puede oponer la delicadeza de los más escrupulosos no convence del todo y las especies referidas se hallan apoyadas por Breviarios antiguos de las iglesias de España, las dejaremos en su ser, para que cada uno las estime según el modo que aprenda de su eficacia.
Acerca del lugar en que se sepultó el cuerpo de Santiago hace mención de un despoblado en el que se edificó una bóveda de arcos y bajo ellos los restos de Santiago y de sus discípulos Teodoro y Atanasio. Durante algún tiempo existieron dos iglesias, la de Santiago y la de Santa Eulalia que formalmente constituían una sede, pero después fue tomando más importancia la del apóstol, particularmente cuando se pretendió que se extendiera a toda España el culto a Santiago.
CREENCIAS
La iconografía del apóstol Santiago nos revela la indumentaria del peregrino: el bordón o bastón (con el que, según recientes investigaciones, el viajero avezado podía calcular la distancia que le separaba de un punto en el horizonte), el sombrero de ala ancha, la calabaza y el zurrón de piel de ciervo. El rosario y una caja o tubo de hojalata para guardar los documentos completaban el atuendo externo.
EXPRESIONES
El hecho de haber sido muchas las circunstancias legendarias que rodean la historia del apóstol Santiago en España, constituye, junto con la difusión de esos relatos por el largo camino que conducía desde los confines de Europa hasta Galicia a los miles y miles de peregrinos, un caldo de cultivo convertido en fuente literaria y de creación. Romances, leyendas, canciones y cuentos incrementaron así la fama y los milagros del apóstol hasta hacerlos tan inabarcables como innumerables. De ello se ocuparon textos como el del Codex Calixtinus cuya variedad de temas y sentido práctico hizo que se difundieran muy ampliamente sus contenidos. |
Ofreceremos sólo una muestra de un romance que abarca leyendas, hagiografía y disquisiciones jurídicas.
Preso va el Conde, preso,/ preso va y a buen recaudo
no va preso por ladrón/ ni por hombre haber matado,
por violar una doncella/ que venía de Santiago.
No bastó dormir con ella/ sino dióla a su criado.
Acometióla en la sierra/ lejos de lugar poblado
dejándola allí por muerta/ sin darle el menor cuidado.
Lloró tres días, tres noches/ y más habría llorado
si no es que Dios siempre acude/ a amparar al desdichado.
Por allí pasara un viejo/ un pobre viejo soldado
sus barbas blancas de nieve/ y su bordón en la mano,
conchas trae en la esclavina/ sombrero de ellas cercado.
Acercóse a la romera/ con amor y con agrado:
-No llores más, hija mia,/ que ya has por demás llorado
que ese villano de Conde/ preso irá y a buen recaudo.
Llevó con él la doncella/ el buen viejo del soldado,
van a presencia del Rey/ donde el Conde era llevado:
-Yo te requiero, buen Rey,/ por el apóstol sagrado,
que en ésta la su romera/ el fuero sea guardado.
De ley divina es casarse/ de humana, ser degollado,
que no valen hidalguías/ donde Dios es agraviado.
Dijo el Rey a su consejo/ con el rostro demudado:
-Sin más demora este hecho/ quiero yo desembargado.
-Visto está el hecho, visto/ juzgado está y bien juzgado
o ha de casarse con ella/ o si no, ser degollado.
-Pues me place, dijo el Rey,/ el verdugo sea llamado
o casa con la romera/ o aquí será degollado.
-Vengan cuchillo y verdugo,/-respondió el acusado-
antes muriera mil veces/ que vivir avergonzado.
Allí oiríais al viejo/ al buen viejo del soldado:
-Mala justicia hacéis, Rey,/ mal hecho tenéis juzgado;
primero casar con ella/ y después ser degollado.
La honra se lava con sangre/ mas no se lava el pecado.
No había dicho estas palabras/ y la espada había arrojado,
quita insignias de romero/ tira armas de soldado
y en traje de santo obispo/ aparece transformado,
su mitra de piedras finas/ de oro puro su cayado.
La mano de la romera/ con la del Conde ha juntado,
con palabras de presente/ allí los ha desposado.
Lloraban los que lo veían/ lloraba más el culpado,
llorando pedía la muerte/ por no quedar deshonrado.
Lo absolvía el santo obispo/ contrito de su pecado.
De allí lo llevan por muerto/ ni el verdugo fue llamado,
justicia de Dios fue aquella:/ antes de una hora es finado,
pero acogió aquella alma/ el apóstol consagrado
que no era otro que el romero/ el obispo y el soldado.
Llaman la atención varias circunstancias que merecen ser destacadas. La primera, el peligro del viaje en solitario en la Edad Media, particularmente para las mujeres. Sebastián de Horozco escribía en su Teatro Universal de Proverbios la opinión popular sobre el asunto:
Salió muy compuesta Dina/ a ver de Sichen el traje
con matisada esclavina/ y de su honor el ultraje
ganó por ser peregrina.
Por ver cosas forasteras/ quieren ser muchas romeras
y al fin viene a suceder/ que muchas suelen volver
de ser romeras, rameras.
La segunda circunstancia es el conflicto que se produce en este caso entre el derecho civil y el derecho eclesiástico. El Fuero Juzgo, el Fuero Viejo de Castilla, el Fuero Real, y Las Partidas hablan claramente del castigo que había de sufrir el violador si era denunciado el hecho: la pena de muerte. Este romance parece haberse originado, sin embargo, en esa fase que los historiadores del Derecho Penal calificaban como "período humanitario" en la que, como reacción a las leyes basadas en la venganza privada y pública, el derecho de la Iglesia abogó por la piedad y la moderación en el uso del castigo. El apóstol descubre la inutilidad de ajusticiar al culpable si no se devuelve la honra a la doncella y, por ello, aboga por una solución que tienda a resolver todos los conflictos producidos por el delito: él mismo casa al caballero y a la doncella y Dios se encarga de castigar al culpable haciéndole morir una hora después de la ceremonia, no sin antes haber confesado su pecado ante Santiago y haberle éste absuelto. Se conjugan pues en el argumento la exposición de unos hechos reales -y se supone que frecuentes- y también la solución a los mismos según una normativa ideal que a todos parecía dejar contentos o al menos aliviados.
FIESTAS
Es fiesta local en:
Cabezas del Pozo (Ávila). Fiestas de Santiago Apóstol | Benuza (León) |
ENLACES
LITERATURA ORAL EN EL CAMINO DE SANTIAGO: FROMISTA (PALENCIA)
Revista de Folklore nº 175
EN TORNO AL APÓSTOL SANTIAGO
Revista de Folklore nº 348