San Miguel nació en Vic en 1591 y murió en Valladolid en 1625. Fue, durante toda su vida, un místico con una especial vocación por el sacrificio y la mortificación. Todos sus hagiógrafos coinciden en describir, ya desde su infancia, distintas circunstancias en que puso a prueba tanto su resistencia física como la paciencia de su padre, Miguel Argemir, que no sabía si castigar a su hijo o premiarle por los hechos extraordinarios que despertaban admiración. Siendo ya prelado del convento de los trinitarios en Valladolid llegó a oídos de sus superiores que las innumerables mortificaciones del santo le habían causado tremendas llagas que se habían ulcerado, despidiendo un desagradable olor. Se le ordenó que dejase de mortificarse y que acudiese al médico pero en cuanto lo hizo las llagas desaparecieron y el hedor se convirtió en un agradable aroma. Se le llegó a llamar el "extático" porque en varias ocasiones diversos testigos declararon haberle visto elevarse, fuese oyendo predicar -como le sucedió en Salamanca- fuese predicando él mismo, como le pasó en Valladolid antes de enfermar gravemente. Fue canonizado el 8 de junio de 1862 y sus restos se hallan en la iglesia de San Nicolás de Valladolid.
FIESTAS
Es fiesta local en:
Osorno (Palencia)