Cuenta la tradición cristiana que Julita, noble y virtuosa mujer de Licaonia, comenzó a temer, tras la publicación de los decretos contra los cristianos de los emperadores Diocleciano y Maximiano, que su hijo Quirico, a quien deseaba mantener en la fe católica, pudiese sufrir algún daño. Para evitar esa posibilidad se alejó de su casa y fue a vivir primero a la provincia de Isauria, después a la de Iconia y finalmente a Tarso. Hasta allí la siguieron los decretos y las acusaciones y hasta allí llegó la orden para que Alejandro, el gobernador, persiguiese a la nueva religión. Habiendo interrogado a la madre y habiéndose mostrado ella tan firme como tenaz en sus ideas, Alejandro tomó en sus brazos al niño Quirico a quien con caricias pretendía atraer pero el niño sólo repetía: "Soy cristiano". La expresión, repetida una y mil veces por Quirico, enfadó al gobernador hasta el extremo de que en un arrebato de ira arrojó al niño contra el suelo partiéndole la cabeza, tras de lo cual ordenó que su madre fuese decapitada.
FIESTAS
Es fiesta local en:
Cilleruelo de Arriba (Burgos)
Castrillo de Villavega (Palencia)
Palacios del Alcor (Palencia)
Madruédano (Soria)
Covaleda (Soria)
Argañín (Zamora)