San Marcos fue uno de los evangelistas. Fue bautizado por San Pedro y le acompañó a Roma. Allí, según la tradición cristiana, escribió todo lo que había oído de boca de San Pedro. De natural humilde se hizo cortar un dedo con tal de que no se le ordenase sacerdote, pero San Pedro le hizo obispo de Alejandría. Allí recibió el martirio de ser arrastrado por toda la ciudad.
El "Flos Sanctorum" le retrata:
La nariz luenga
e las cejas perfiladas,
e fermosos ojos,
calvo un poco,
barba luenga,
estatura ni muy grande
ni muy pequeño,
de media edad,
todo de buen talante
e lleno de gracia de Dios.
CREENCIAS
Generalmente solían cantarse las rogativas para la lluvia entre San Marcos (25 de abril) y San Isidro (15 de mayo), es decir, en periodo crítico para la cosecha. Estos cantos formaban parte de una serie de ritos revestidos de cristianismo pero mágicos en el fondo y comunes a muchos pueblos. Escribe Frazer en "La Rama Dorada" acerca del dominio de la magia sobre la lluvia que: Entre las cosas de que el mago público se encargaba para el bien de la tribu una de las principales era mandar sobre el clima y especialmente asegurar una caída de lluvia adecuada. El agua es esencial para la vida y en la mayoría de los países su provisión depende de los aguaceros. Sin llover, la vegetación se marchita y los animales y los hombres se extenúan y mueren. Por esta razón, en la sociedad de salvajes, el "hacedor de lluvias" es un personaje muy importante y existe con frecuencia una clase especial de magos para regular el abastecimiento del agua celestial. Los métodos con que ellos intentan cumplir los deberes de su cargo, por lo común, aunque no siempre, están cimentados en las reglas de la magia homeopática o imitativa. Si desean hacer que llueva, lo imitan salpicando agua o remedando las nubes; si su objeto es parar la lluvia y producir sequía, evitan el agua y recurren al calor y al fuego con el designio de enjugar la humedad demasiado abundante. Prácticas de provocación del agua las ha habido -y aún hoy se conservan- tanto en colectividades primitivas como pretendidamente civilizadas. En Castilla y León, la figura del "hacedor de agua" como tal, parece haber desaparecido casi por completo, siendo asumido su papel por el sacerdote, o, más concretamente, por una imagen de virgen, cristo o santo. José Luis Alonso Ponga nos comunica la tradición, existente hasta hace muy poco tiempo en Cepeda del "hacedor de lluvia". El personaje en cuestión, si la lluvia no venía, se tiraba al suelo y empezaba a recitar extraños conjuros arrojando tierra hacia el cielo. Rómulo Sans describe el contorsionado baile del "trencador de les aigues" de Cadaqués, que el martes de Carnaval zapateaba extrañamente para que las lluvias fueran favorables ese año. |
En algunos lugares, y cumpliendo un antiquísimo rito de inmersión, la imagen era empapada en agua o sumergida en ella tal como prescriben los métodos de la magia imitativa. La inmersión, en otros pueblos de España, es amenaza o último recurso más que una práctica acostumbrada. Ya había escrito Martín de Aries en el siglo XVI:
En algunos lugares del reino de Navarra se acudía en tiempo de sequía a la imagen de San Pedro para pedirle lluvia. Sacaban la imagen, la llevaban en procesión a orillas del río y allí le suplicaban una, dos y tres veces -San Pedro, remédianos-, y viendo que no respondía, la multitud, a gritos, pedía que se sumergiera la imagen. Entonces, los principales del lugar salían garantes de que el santo, paternalmente, haría llover, y prestaban caución, que era aceptada, y nunca dejó de llover a las veinticuatro horas siguientes.
En ciertas partes, también se sumergían crucifijos, rosarios e incluso reliquias de santos. Como escribe Casas Gaspar:
...este rito de sumersión, prototipo de los de lluvia, ¿por qué va a ser penitencial para el santo si no lo es para los sacerdotes, ni para la tierra, ni para los mismos procesionarios? Es un modo ingenuo y expresivo de pedir con el gesto. Es la rúbrica que han puesto a sus instancias de lluvia todos los pueblos de la tierra. Y, desde luego, es el grado superior del rito: la sumersión del santo.
El empleo de las rogativas, estaría relacionado pues, con los ritos de provocación ya comentados y con la antigua creencia en el poder mágico del canto.
Tradicionalmente ha habido dos tipos de rogativa: la que se hacia en forma de letanía acompañando la procesión que recorría los campos secos, y la serie de poemas específicamente compuestos para tal contingencia dedicados a diferentes santos, vírgenes o cristos venerados en la zona.
EXPRESIONES
Por San Marcos el melonar, ni nacido ni por sembrar.
San Marcos llena los charcos, Santa Rosa los rebosa y Santa Lucía los vacía.
FIESTAS
Es fiesta local en:
El Hornillo (Ávila)
El Losar (Ávila)
El Barraco (Ávila). Romería de San Marcos
Soncillo (Burgos)
Palencia
Campillo de Salvatierra (Salamanca)
Cepeda (Salamanca)
Barcial de la Loma (Valladolid)
Algodre (Zamora)
Coomonte (Zamora)
Fuentesecas (Zamora)
Gamones (Zamora)
Villaveza del Agua (Zamora)
ENLACES
LAS ROGATIVAS
Revista de Folklore nº 361
NOVENAS Y ROGATIVAS En Quintanilla de Tres Barrios (Soria)
Revista de Folklore nº 66
ROGATIVAS A LA VIRGEN DE LA SOTERRAÑA
Revista de Folklore nº 131
ROGATIVAS DE TIERRA DE CAMPOS
Revista de Folklore nº 124
ROGATIVAS PARA PEDIR LA LLUVIA
Revista de Folklore nº 29