Nació Mariana de Jesús en Madrid, siendo sus padres Juana Romero y Luis Navarro de Guevara. Su padre -criado del rey Felipe III-, después de enviudar, quiso casarla, pero la joven se negó, llegando a desfigurarse el rostro para no parecerle agraciada a su futuro esposo. En 1619, y tras años de llevar una vida oscura y de oración, tomó el hábito de la Merced en el convento de Santa Bárbara. Murió en 1624 y su fama la sobrevivió ya que se le atribuyen innumerables hechos milagrosos.
CREENCIAS
El cuerpo de la beata y bienaventurada Mariana se trasladó al destruirse el convento de Santa Bárbara al convento de Don Juan Pacheco de Alarcón, donde está su tumba. El año de 1965 se abrió la sepultura para comprobar que el cuerpo seguía incorrupto y exhalaba un aroma de manzana, el mismo que se extendió por todo el convento al fallecer.