Santa Engracia es una santa a la que se profesa gran devoción en Aragón. Cuentan sus biógrafos que procedía de Braga y se dirigía al Rosellón para encontrarse con el que iba a ser su esposo cuando pasó por Zaragoza en el año 304, época en que Daciano el cruel llevaba a cabo su peor persecución contra los cristianos. La joven, que era hija de un noble hispano romano e iba acompañada por un séquito de 18 jóvenes caballeros se enfrentó al prefecto con decisión y con tal valor que provocó las iras de Daciano quien, tras mandar degollar a los acompañantes de Engracia, mandó mortificar a la santa llegando incluso a atravesar su cráneo con un clavo.
CREENCIAS
Louis Réau compara el suplicio de Engracia con el de San Pantaleón ya que ambos murieron tras ser atravesada su frente por un clavo según relatos hagiográficos. En el caso de San Pantaleón, además, su sangre sirvió para regar una higuera que estaba seca y reverdeció. Es bien conocido el fenómeno de la sangre de San Pantaleón que se conserva en el monasterio de la Encarnación, en Madrid, y que se licúa una vez al año en unas fechas determinadas, igual que la de San Genaro en Italia. Santa Engracia y San Pantaleón son invocados como protectores contra las migrañas, aunque otro santo al que también se le traspasó el cráneo, y por cierto con nueve clavos, es San Severo. |