La historia del obispo Deogracias está unida a la de tantos y tantos cautivos llevados a África. Genserico, rey de los vándalos, tomó Cartago en el año 439 y catorce años después fue nombrado Deogracias para sustituir al obispo al que los bárbaros habían metido en un barco destartalado y enviado sin rumbo a alta mar. Deogracias dedicó sus desvelos a rescatar y cuidar de los prisioneros hechos por Genserico y enviados al África después de sus conquistas. Murió el obispo en el año 457 y su pueblo le lloró largamente.