En tiempo de Constantino, su cuñado Flavio Liciniano Licinio emprendió una persecución contra los cristianos tras ser derrotado por el emperador el año 314. En Sebaste, Armenia, el prefecto Agrícola dedicó el mayor empeño en cumplir y hacer cumplir el decreto. Cuarenta soldados de la provincia de Capadocia se presentaron a él confesando su fe y Agrícola mandó prenderlos y darlos castigo. Tras intentar diferentes martirios de los que siempre salieron ilesos, Agrícola mandó que fuesen arrojados desnudos en una laguna helada donde perecieron. Sus cuerpos fueron quemados el 9 de marzo del año 516.
CREENCIAS
Cuentan las Actas más antiguas que todos los soldados soportaron con firmeza el frío de la laguna helada salvo uno, que prefirió el baño caliente que Agrícola tenía preparado para quien abandonase y tan pronto como llegó a él murió. Uno de los guardias que contemplaban el hecho sustituyó al desertor. Antes de ser quemados, la madre de Melitón, el más joven y por tanto más resistente a la tortura, le convenció de que fuese con sus compañeros alentándole para que cambiase la vida terrenal de sacrificios por otra vida más dichosa.