En este día se conmemora a Santa Coleta y a San Víctor, entre otros santos.
La primera nació en Corbia, en la Picardía francesa, en 1380. Su padre, gran devoto de San Nicolás hizo que la pusiesen de nombre Nicoleta y bien pronto sintió la llamada de Dios en forma de visión en la que la Virgen y San Francisco se le aparecían y la presentaban a Cristo. Coleta dedujo que se le pedía una reforma de las costumbres que se habían relajado en los monasterios de la orden fundada por Santa Clara, aunque le asustaba una tarea tan desproporcionada a sus fuerzas, de modo que renunció a ella a pesar de los consejos de su confesor, perdiendo la vista y el habla. Recuperó ambas cuando decidió por fin aceptar la empresa y a ella se entregó con tal fuerza y entusiasmo que muy pronto recuperó la orden su primitivo espíritu pese a las opiniones contrarias de religiosos, seglares y hasta de los mismos prelados que la aconsejaban abandonar el arduo propósito.
CREENCIAS
Después de su muerte y tras ser enterrada en la tierra sin féretro, según sus propios deseos, se la consideró como verdadera reformadora de la orden de Santa Clara. Se la representa generalmente de rodillas rezando ante un altar y teniendo la visión de Santa Ana y de los antepasados de la Virgen, episodios tomados probablemente de un manuscrito sobre la vida de la Santa de 1470. |